En tiempos de cambios, las nuevas instalaciones tienden a los baños mixtos. Los baños públicos, que hasta ahora han sido diseñados separando rígidamente los hombres de las mujeres, son uno de los lugares donde esta nueva condición de género único se manifiesta.
¿Es esta propuesta la nueva tendencia en baños compartidos? ¿Es el fin de los baños separados para hombres y mujeres?
La muestra tomó forma en el ex edificio Consistorial de la Municipalidad de Lo Barnechea en la plaza San Enrique.
Se trata de una casa colonial de corte tradicional en donde todas sus habitaciones, incluso los baños públicos, fueron intervenidos por profesionales del rubro reuniendo las últimas tendencias.
En este marco se presentó Genderless bathroom, baños mixtos y sin distinción de género: rompiendo preconceptos espaciales, ambientales y cromáticos que fue merecedora del premio Nuevo Talento y Mejor Espacio de Arte Aplicado.
La directriz del diseño se ve marcada por la realización de baños para un género neutro construidos en base a planos de colores y luz.
Resulta interesante recordar que en latín y griego antiguo existía el género neutro para indicar objetos y conceptos abstractos que no eran ni masculinos ni femeninos.
En el curso de los siglos, todas las lenguas romances han eliminado el neutro y han pasado al sistema bipartito, basado en la oposición entre hombre y mujer. Solamente el alemán y las lenguas eslavas han mantenido el neutro como tercer género.
En los últimos años en todo el mundo, el tema de la diversidad de género ha estado al centro de la atención, y la clásica separación entre hombres y mujeres está tomando otra forma.
Los baños públicos, que hasta ahora han sido diseñados separando rígidamente los hombres de las mujeres, son uno de los lugares donde esta nueva condición se manifiesta.
Baños mixtos en Argentina
En Argentina existe una incipiente tendencia acerca de instalaciones que tiendan a los baños mixtos en instituciones públicas, restaurantes y empresas.
En la provincia de Buenos Aires a mediados del mes de abril de este año, por primera vez en una escuela pública se inauguró un baño “sin etiquetas”. No tiene la silueta del hombre, o la figura de una mujer en la puerta. Tampoco el símbolo que siempre distingue los sexos. Es un sanitario con amplitud de género.
La instalación está en el primer piso del edificio de la Escuela Técnica Nro 1 de El Talar, en el partido de Tigre. Y forma parte de un proyecto institucional que las autoridades educativas “trabajaron” con padres y alumnos para “superar una situación de discriminación puntual que se venía registrando en la escuela”.
La iniciativa de los baños unisex no es nueva en el país ni en el exterior. De hecho, comenzó a implementarse en las universidades de la provincia de Córdoba y de la ciudad de La Plata. Y después se sumó la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con un espacio dentro de Ciudad Universitaria.
Al mismo tiempo ya había experiencias similares en casas de estudio de otros países, entre ellos, Estados Unidos, Inglaterra, Uruguay y Canadá.
En los bares, los baños que no distinguen entre varones y mujeres son individuales: no entra allí más de una persona a la vez.
Aun así, se multiplican los restoranes, cervecerías y bares en los que se instalan cubículos individuales -algunos con su propia bacha, otros con una antesala en la que varones y mujeres comparten el espacio para lavarse las manos- en los que el logo indica que pueden ingresar personas de distintos géneros
También las empresas apelan a baños en los que puedan entrar varones y mujeres sin que eso esté preestablecido. Esto está implementándose, por ejemplo, en las oficinas de General Electric que funcionan en el barrio de Saavedra de la ciudad de Buenos Aires, donde trabajan unas cuatrocientas personas.
“Tiene que ver con un mensaje de inclusión que queremos dar, y surge en el marco de un programa en el que participamos junto a otras empresas que consiste en contratar a personas trans para que hagan su primera experiencia laboral empresarial durante seis meses; de ese grupo surgieron varias sugerencias, y lo de los baños nos permite atender esas inquietudes”, explica Cecilia Albuixec, gerenta de Comunicaciones.
Genderless bathroom
Creado por Macarena Canales y Giulia Carboni. Tenían dos ideas de fuerza: la primera era reconocer el espacio como parte de un recorrido y, por lo tanto, trataron de crear un hito mediante un mural y un muro de espejos que lo fragmenta. “Por el otro lado, la idea era tener baños sin género, que es un tema muy contingente.
Estos baños se arman en base a planos de colores y luz. El mural que pintó Santiago Ascui también trabaja con planos de colores y también presenta una cierta ambigüedad. El espejo que puso Vectral crea una visión distinta del mural y también de las personas que pasan por aquí”, explica Macarena.
Los Juegos de Tokio tendrán baños de género neutro
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 podrían ser los más inclusivos hasta el momento.
Las autoridades de Tokio anunciaron planes para instalar sanitarios públicos neutros en materia de género en la mayoría de los lugares que se están construyendo para estos Juegos. Las instalaciones unisex se acomodarían tanto a los atletas transgénero como a los visitantes, y a cualquier persona que pueda necesitar ayuda de alguien de un sexo diferente.
Los planificadores de la ciudad están considerando agregar uno o más baños neutros para hombres y mujeres en siete de los once lugares previstos para los eventos olímpicos.
Japón ya cuenta con muchos baños públicos de género neutro y además accesibles para minusválidos conocidos como “daredemo toire” o “baños de todos”.
Japón es relativamente progresivo cuando se trata de la aceptación transgénero: en 2015, el Ministerio de Educación emitió directrices instando a las escuelas a permitir que los estudiantes trans usen uniformes y baños que correspondan con su identidad de género.
Pero todavía hay discriminación: la mitad de las personas trans en Japón han informado haber recibido “miradas sospechosas” mientras usaban el baño, y el 22% informaron que se les dijo que no usaran las instalaciones en las que se encontraban.