“Presente, presente, la voz del inocente”, se escucha por los parlantes y se extiende por toda la avenida del Libertador. Con los ya habituales pañuelos celestes como insignia, miles de personas marcharon este sábado desde Plaza Italia hasta la Facultad de Derecho de la UBA para manifestarse en contra del aborto legal, seguro y gratuito.
Con banderas argentinas y la consigna principal de “salvar las dos vidas” y cuidar “los derechos del niño”, caminaron sobre la avenida Sarmiento, pasaron por Libertador hasta llegar a Figueroa Alcorta. Más de 30 cuadras en las que si alguien miraba desde arriba el pavimento estaba teñido por el color celeste.
“Con mis hijos no te metas”; “Dios me dio ovarios para defender a la vida”; “Con aborto no te voto”, eran algunas de las frases que se podían leer en los carteles con los que se movilizaba la multitud. La estrella de la tarde fue, como en cada una de estas concentraciones, Alma, ese muñeco gigante que representa a un feto en gestación y con quien los manifestantes se sacaban selfies y saludaban con aplausos. Por allí andaba también el dibujo de Momo -esa imagen terrorífica que se hizo viral y que circula por las redes- con el pañuelo verde.
La marcha comenzó a las 14.30 y terminó una hora más tarde en la Facultad de Derecho, donde hablaron expertos en bioética, derecho y también referentes de distintos cultos religiosos. No se leyó un documento específico, sino que hubo grupos musicales, se cantó el himno y contó con la presencia de veteranos de la Guerra de Malvinas: “37 años atrás defendimos nuestras dos islas, hoy defendemos las dos vidas”, dijeron.
La movilización en la ciudad de Buenos Aires fue la más importante de todas las que tuvieron lugar hoy en el país (los organizadores se animaron a decir que participaron 300 mil personas), con manifestaciones en Salta, donde marcharon desde la Legislatura hasta el monumento Güemes; en Corrientes, con una concentración multitudinaria en el anfiteatro José Hernández; Paraná, Necochea, entre otras ciudades.
“Vinimos desde Berazategui porque queremos que nos escuchen quienes están en el Congreso. Que sepan que somos millones los que estamos en contra del proyecto de ley por la interrupción legal del embarazo”, decía Rosa Luppe, 54 años, con una bandera argentina atada a su cuello y en compañía de su marido. Como ella, la gran mayoría pedía que ni siquiera el debate llegue al Congreso, como ocurrió el año pasado.
Desde los balcones de los edificios de la avenida Libertador muchos vecinos se asomaban para aplaudir o hacer sonar cornetas. Pero no faltaron quienes salieron a repudiar la marcha: “Ustedes son antiderechos, vuelvan a sus casas”, gritaba un hombre desde un tercer piso, mientras desde abajo los manifestantes lo aplaudían de forma irónica. Esos cruces se repitieron a lo largo de la tarde.
Avanzamos hacia la facultad de derecho! #YoMarchoPorLaVida #MarchaPorLaVida2019 #23M #SalvemosLas2vidas pic.twitter.com/w6gLbschrg
— Luchogabriel82💙 (@Luchogabriel821) March 23, 2019
Ayelén Alancay, dirigente de Mas Vida, quien fue una de las oradoras, convocó a la gente a denunciar los lugares donde se hacen abortos punibles: “El protocolo de aborto es un error, y día a día se cobra cada vez mas vidas. Los argentinos queremos vivir, no queremos aborto. No importa si naciste de un embarazo planificado o inesperado, tenés derecho a vivir”, indicó Alancay.
La marcha tiene como premisa la celebración del día del niño por nacer, que en el país se conmemora cada 25 de marzo desde 1998. Pero los organizadores de la marcha decidieron adelantar la movilización para evitar hacerla el lunes, que es un día laborable.
La movilización fue convocada por la organización internacional Marcha por la Vida y contó con la adhesión de la Conferencia Episcopal, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas y numerosas ONGs llamadas pro-vida. Marcha por la Vida es un movimiento que surgió en los Estados Unidos hace 45 años cuando la Corte Suprema aprobó el aborto en un célebre caso.