Una banda de ladrones de casas que era liderada desde el penal de Ezeiza por «El Churi», un convicto condenado a 31 años de prisión, fue desmembrada por la Policía de la Ciudad al detener a seis integrantes, en 16 allanamientos realizados en la Capital Federal, el Conurbano bonaerense y La Plata.
Cuatro autos, armas de fuego, relojes de alta gama, platería y dinero fue incautado durante los operativos llevados a cabo por la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, a cargo de la investigación que se extendió por cuatro meses.
Uno de esos procedimientos fue realizado en uno de los pabellones del Complejo Penitenciario Federal 1, de Ezeiza, donde su jefe “El Churi” purgaba una condena a 31 años de prisión por cuatro secuestros extorsivos agravados y una tentativa de homicidio. Desde su celda, el presidiario brindaba la información de los domicilios propicios para llevar adelante los robos.
“Este caso es una prueba más de que en la Ciudad el que las hace, las paga. Gracias a la tecnología de las cámaras y al trabajo profesional que lleva adelante la Policía de la Ciudad se logró descubrir el accionar de los miembros de esta banda, llevar a cabo los allanamientos y su posterior detención”, explicó el ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D’Alessandro.
“Nos preocupa que, llamativamente, el líder de esta banda operaba con absoluta impunidad desde un penal federal mientras cumplía condena. Esto es inadmisible: necesitamos que todas las estructuras del Estado estén del mismo lado del mostrador combatiendo a la delincuencia», agregó.
La investigación que terminó en la desarticulación de esta organización se inició en junio por un robo a una vivienda en el barrio de Saavedra, adonde un grupo de delincuentes armados ingresó violentamente, privando de la libertad a la familia y, mediante amenazas, lograron robarle dinero y elementos de valor.
La causa quedó a cargo de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional del Distrito Saavedra-Núñez, que delegó la investigación en la División Robos y Hurtos.
En primera instancia, la División Análisis y Extracción de Imágenes de la Policía de la Ciudad gracias a las filmaciones de las cámaras de seguridad pudo establecer la patente del auto en el que se fugaron los detenidos logrando ubicarlo en el barrio de La Boca y zonas aledañas.
Se efectuaron tareas investigativas sobre los movimientos de las personas que habitualmente lo utilizaban y con la información obtenida, se profundizó la investigación sobre las mismas, analizando las aperturas de antenas de comunicación, obteniéndose así los teléfonos de los delincuentes que cometieron el ilícito.
Con la anuencia del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nro. 4 a cargo del Dr. Martín Yadarola se intervinieron dichas líneas telefónicas, pudiendo identificar a los investigados y establecer con éxito los domicilios de residencia, como así también del búnker donde almacenaban elementos utilizados para los robos.
Uno de los datos relevantes que surgieron de las pesquisas es que sus miembros planificaban los robos y luego de cometerlos “perdían el rastro” ya que utilizaban teléfonos alternativos y con chips genéricos, los que eran utilizados solamente para un solo hecho en particular.
Con el correr de la investigación los oficiales establecieron que los miembros de la banda usaban vestimentas similares a las policiales para llevar adelante los ilícitos y que esos uniformes los guardaban en una casa en Sarandí, partido bonaerense de Avellaneda.
Este sujeto, se encargaba de organizar la logística de la banda en la calle, rindiendo cuentas a su vez al “Churi” el líder criminal de la banda, que se halla alojado en el Pabellón “F” del Complejo Penitenciario Federal “1” de Ezeiza.
El líder se encargaba de proporcionar información precisa de los domicilios que resultaran propicios para robar además de aconsejarlos debido a su experiencia. Desde el año 2018, se encuentra cumpliendo condena de treinta y un años de prisión, culpable de cuatro secuestros extorsivos agravados por el número de intervinientes, el empleo de armas de fuego, la obtención de rescates y en perjuicio de una niña. Asimismo, se lo halló responsable del delito de tentativa de homicidio agravado, contra miembros de una fuerza policial.
El último de los golpes que dio la banda fue en un departamento de la calle Marcelo T. de Alvear al 1600, en Recoleta, donde varios encapuchados irrumpieron sustrayendo dinero, joyas en un mantel rojo y platería, en la que estaba grabado el nombre de la familia.
Con los datos de los sospechosos el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 4, a cargo del Dr. Martín Yadarola, ordenó los 16 allanamientos, donde además de las detenciones fueron recuperados bienes robados, como joyas y platería.
Uno de los procedimientos se realizó en el domicilio de la localidad de Sarandí, sobre la calle Prudan al 1500, donde fue detenido uno de los referentes de la banda, quien estaba a cargo de la logística, incautándose allí dinero en efectivo, la platería, una valija que contenía el mantel rojo similar a lo robado en Recoleta, y un auto Alfa Romeo Giulietta, además de varias llaves de otros vehículos.
En la misma localidad pero en la calle Comodoro Rivadavia al 2500 fue detenido otro de los imputados, a quien se le decomisó un auto Peugeot 208.
El tercer sujeto fue aprehendido en un departamento de la calle Terrada al 3300, en San Justo, la ciudad cabecera del partido de La Matanza, donde los oficiales secuestraron seis relojes de alta gama importados y dos celulares.
Otro de los miembros de la banda, quien estaría a cargo de la guarda de armas, fue detenido en Suárez al 100, en el barrio porteño de La Boca, donde se incautó un revólver, una pistola y unos doscientos cartuchos de bala, un equipo de comunicación tipo Handy, varios juegos de llaves de viviendas, teléfonos celulares y un auto, también Peugeot 208. A menos de cuatro cuadras de allí, en Aráoz de Lamadrid al 200 fue detenida la única mujer de la banda.
Por su parte, una comisión de oficiales de la Policía de la Ciudad formalizó la detención con notificación de imputación al convicto en el Pabellón F del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza.
Además del bunker de Sarandí, contaban con otros domicilios para dejar tanto armas como los bienes sustraídos.
En Hernandarias 246, también en La Boca, los efectivos secuestraron una pistola Pietro Beretta con un cargador con dos municiones, y un Citroën Aircross, cinco computadoras y tres celulares.
Otro de los operativos se realizó en un sexto piso en Cullen al 5300, en Villa Urquiza, donde fueron hallados tres relojes importados, cadenas, pulseras, anillos dorados, 1.450 dólares, 62 mil pesos, dos celulares y una tablet.
También fueron decomisados joyas y dos celulares en un departamento de la Calle 22 casi avenida 32 en La Plata y otros dos teléfonos en Necochea al 1300, en La Boca.
Por su parte, en Amancay al 700, en la localidad de El Jagüel, partido bonaerense de Esteban Echeverría, fueron secuestrados 15 gramos de cocaína, por lo cual tomó intervención la UFI 13 de Ezeiza.
Los seis detenidos quedaron a disposición de la Justicia como así también las armas, autos y bienes recuperados de los robos.