El operativo educativo evaluó aprendizajes clave en Lengua y Matemática y permitirá planificar mejoras en el sistema escolar
Entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre, más de 35.000 estudiantes de séptimo grado de escuelas primarias de toda la Ciudad participaron de la evaluación FEPBA, una instancia fundamental para conocer el estado de los aprendizajes en Lengua y Matemática. Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Educación de la Ciudad, se desarrolla de manera bianual y alcanza a todos los establecimientos educativos, tanto públicos como privados.
FEPBA, que significa Finalización de Estudios Primarios en la Ciudad de Buenos Aires, es una herramienta que permite medir los logros de aprendizaje de las chicas y chicos que están terminando la escuela primaria. Este año, la evaluación se aplicó en formato papel en la mayoría de las escuelas, aunque algunas instituciones la implementaron en formato digital, incorporando también tecnología al proceso.
Un operativo educativo con alcance total
En total, participaron más de 830 escuelas primarias de gestión estatal y privada, lo que convirtió a FEPBA en un operativo de evaluación masivo y representativo del sistema educativo porteño. La iniciativa tiene como objetivo obtener un diagnóstico preciso que permita detectar fortalezas y áreas de mejora en los aprendizajes.
Pero no se trató solamente de una prueba: también se realizaron encuestas a directivos, docentes y estudiantes con el propósito de recabar información sobre la vida escolar, las condiciones de enseñanza y el contexto educativo en cada institución. De esta manera, se busca contar con una mirada integral del proceso educativo.
“Conocer cómo aprenden nuestros estudiantes y qué piensan sobre su experiencia escolar nos permite tomar mejores decisiones para acompañarlos en su trayectoria”, señalaron desde el Ministerio de Educación.
¿Para qué sirve la FEPBA?
Los datos recolectados por FEPBA son clave para la planificación educativa. A partir de los resultados, el Ministerio diseña acciones de capacitación docente, nuevos materiales pedagógicos y programas de acompañamiento adaptados a las necesidades reales de cada escuela. El objetivo es claro: mejorar la calidad de los aprendizajes y garantizar que todos los estudiantes finalicen la primaria con los conocimientos necesarios para afrontar el nivel secundario.
Además, esta evaluación permite analizar la evolución de los aprendizajes en el tiempo, ya que al ser aplicada cada dos años se puede observar cómo impactan las políticas educativas en los niveles de logro. De este modo, FEPBA se convierte en una herramienta estratégica para mejorar el sistema educativo en su conjunto.
Una mirada integral del aprendizaje
En la edición 2023, los instrumentos de evaluación de FEPBA se centraron en Prácticas del Lenguaje y Matemática, dos áreas fundamentales para el desarrollo académico. En el caso de Lengua, se trabajó sobre la comprensión lectora, producción escrita y reflexión sobre el lenguaje. En Matemática, se evaluaron nociones de número, operaciones, resolución de problemas, geometría y medida.
Pero más allá del resultado en las pruebas, se valoró especialmente el proceso reflexivo que se generó en las escuelas en torno a los aprendizajes y las condiciones que los favorecen o dificultan. Las encuestas complementarias ofrecieron un panorama valioso sobre clima escolar, herramientas de enseñanza, uso de recursos y expectativas de la comunidad educativa.
Más de 35 mil voces para pensar la educación de la Ciudad
Con más de 35.000 estudiantes evaluados, FEPBA se consolida como una de las políticas educativas de evaluación más amplias y sistemáticas del país. Su implementación busca garantizar que cada estudiante tenga oportunidades reales de aprender y progresar, sin importar en qué barrio o escuela se forme.
Desde el Ministerio de Educación porteño destacaron que esta información no solo sirve a nivel institucional o de sistema, sino que también está pensada para que cada docente y directivo pueda analizar sus propios resultados y trabajar sobre ellos en clave de mejora continua.
Con políticas de evaluación como esta, la Ciudad reafirma su compromiso de ofrecer una educación pública y privada de calidad, orientada al desarrollo integral de las y los estudiantes, con datos concretos que permiten construir mejores caminos hacia el futuro.