Una nueva edición del Festival Barrial trajo obras, talleres y encuentros a los espacios culturales del barrio
Durante la semana del 20 de febrero, la Comuna 15 vivió una verdadera fiesta del teatro independiente. Con sede en distintos espacios culturales del barrio —como El Hueco, Club Cultural Matienzo y la Plaza 24 de Septiembre—, vecinos y vecinas disfrutaron de obras, talleres y encuentros gratuitos pensados para acercar el teatro a la comunidad.
Escenarios abiertos y propuestas para todos los gustos
El festival ofreció funciones diarias de teatro independiente con obras breves, piezas experimentales y clásicos reversionados. Las funciones fueron al aire libre o en salas pequeñas, con entrada libre y modalidad “a la gorra”, lo que permitió que nadie quedara afuera por temas económicos.
Los temas abordados fueron tan diversos como los barrios mismos: historias cotidianas, relatos de inmigrantes, humor barrial y hasta propuestas de teatro físico y clown. Las funciones contaron con la participación de actores y actrices del circuito porteño, así como de grupos teatrales del propio barrio.
“El teatro se vuelve más lindo cuando se cruza con la gente del barrio, cuando la escena es la propia calle”, destacó Lorena, actriz y vecina de Chacarita.
Talleres, charlas y teatro para compartir
Además de las obras, el festival incluyó talleres gratuitos de actuación, improvisación y teatro comunitario. Estos espacios estuvieron abiertos a todas las edades y no requerían experiencia previa.
Muchos vecinos se animaron a participar, encontrando en el teatro una manera distinta de expresarse y vincularse con otros. También se realizaron charlas sobre la historia del teatro barrial en la Comuna 15 y su rol social en la construcción de comunidad.
Las jornadas se cerraron con espacios de debate, rondas de mates y hasta intervenciones espontáneas en las plazas, generando un clima festivo que se extendió más allá del escenario.
El teatro independiente como parte de la vida barrial
El Festival fue impulsado por espacios culturales independientes, con el apoyo de la Junta Comunal y vecinos autoconvocados. Más que un evento artístico, fue una excusa para fortalecer lazos, encontrarse y darle vida al espacio público.
Los organizadores destacaron la importancia de sostener estos espacios y de hacer del teatro una parte cotidiana de la vida en los barrios. “El teatro no es solo para salas grandes; también es para la plaza, para el club, para la esquina”, fue una de las frases que más resonaron durante las jornadas.
El cierre del festival fue a pura fiesta: una varieté comunitaria en la Plaza 24 de Septiembre que combinó teatro, música y feria de emprendedores locales.