Un descubrimiento local que acerca el acceso al agua segura a comunidades vulnerables
El pasado 3 de abril de 2024, un equipo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) presentó un avance científico que podría cambiar la forma en que las comunidades acceden al agua potable. Según publicaron en el portal Sobre La Tierra, lograron desarrollar un método capaz de purificar hasta un litro de agua con apenas un gramo de biocarbón, un material económico, sustentable y de producción local.
El hallazgo no solo marca un avance en la ciencia, sino que propone una alternativa concreta para llevar agua segura a barrios y comunidades donde escasea, sin necesidad de costosos sistemas industriales ni grandes infraestructuras.
¿Qué es el biocarbón y por qué es tan efectivo?
El biocarbón —también conocido como biochar— es un material que se obtiene a partir de residuos vegetales sometidos a un proceso llamado pirólisis, que consiste en calentar esos restos orgánicos a altas temperaturas en ausencia de oxígeno. El resultado es un carbón microporoso que, gracias a su estructura interna, actúa como un filtro natural reteniendo contaminantes, metales pesados y sustancias tóxicas.
“Con solo un gramo de biocarbón podés filtrar un litro de agua y convertirla en apta para el consumo humano”, explicaron los investigadores de la FAUBA. Además, destacaron que el método es simple, económico y adaptable tanto para uso domiciliario como comunitario, lo que abre un abanico de posibilidades para su implementación en zonas rurales o barrios donde el agua potable no siempre llega.
“La idea es democratizar el acceso al agua segura, aprovechando un recurso sencillo, accesible y sustentable” —Equipo de investigación de la FAUBA.
Un doble impacto: cuidar el ambiente y la salud
Además de su capacidad para purificar el agua, el biocarbón es una solución que genera un doble beneficio ambiental. Por un lado, permite reutilizar residuos agrícolas que, de otro modo, se desperdiciarían o terminarían contaminando el suelo. Por otro, ayuda a remediar cuerpos de agua contaminados, una problemática recurrente en muchas comunidades del país.
Desde la FAUBA remarcaron que el desarrollo está pensado para lugares afectados por desastres naturales o para zonas donde los sistemas convencionales de potabilización no llegan. En palabras sencillas, un recurso al alcance de la mano que puede marcar la diferencia en la calidad de vida de miles de familias.
El rol de la Universidad pública al servicio de la gente
Este proyecto no es un logro aislado. Forma parte de la misión de la universidad pública de generar conocimiento y devolverlo a la sociedad en forma de soluciones reales. La FAUBA, una vez más, demuestra que la ciencia puede estar al servicio de los barrios y las comunidades, respondiendo a necesidades concretas y aportando al desarrollo sustentable.
El equipo investigador dejó en claro que el próximo paso será seguir perfeccionando el método y facilitar su acceso a cooperativas, organizaciones sociales y vecinos que quieran implementar esta técnica en su comunidad o emprendimiento social.
¿Dónde se puede conocer más?
Quienes quieran profundizar en los detalles técnicos o conocer las aplicaciones reales de este desarrollo, pueden acceder al artículo completo publicado en el portal oficial de la FAUBA, Sobre La Tierra, a través del siguiente enlace: Sobre La Tierra (FAUBA).
Una vez más, la ciencia local demuestra que se puede innovar desde el barrio, apostando a la sustentabilidad, la inclusión social y el cuidado del ambiente.