Un encuentro artístico y lúdico para los más chicos, donde el juego, la música y la imaginación fueron protagonistas

Una tarde mágica entre risas, colores y comunidad

El jueves 13 de junio, el corazón de Villa Crespo se llenó de alegría con una nueva edición del Festival de Patio, una propuesta cultural gratuita para las infancias que se realizó en el querido Espacio Haiku, ubicado sobre la calle Darwin.

Organizado en el marco del programa de actividades barriales impulsado por Agenda Cultural 15, el evento reunió a niñas, niños, familias y artistas en un clima de fiesta y encuentro comunitario, reafirmando el rol del arte y el juego como ejes fundamentales del desarrollo infantil.

Desde las primeras horas de la tarde, la casa cultural abrió sus puertas —y su hermoso patio arbolado— para que los chicos pudieran disfrutar de talleres, cuentos, títeres, canciones y juegos al aire libre.

Apenas se cruzaba la puerta, se notaba el clima especial: mesas con materiales de colores, banderines de tela, música suave y el aroma de budines caseros. Todo estaba preparado con amor y cuidado para que la infancia tuviera su lugar protagonista.

El patio se fue llenando con chicos que llegaban corriendo, mamás y papás que saludaban a los talleristas, y artistas que se preparaban para las funciones. Era una postal viva de barrio, arte y encuentro.

El arte como motor del juego y la ternura

La grilla de actividades incluyó un taller de máscaras, un espacio de construcción con materiales reciclados, una función de títeres con mensajes sobre el cuidado del planeta y un cierre musical con canciones para bailar y cantar en familia.

Todo se dio en un clima relajado, con docentes y artistas guiando cada espacio desde la empatía y el respeto. No hubo gritos ni filas: cada niño eligió dónde quería estar y con qué quería jugar.

Algunos se sentaron en una alfombra para escuchar cuentos, otros se pintaron la cara, y muchos terminaron enchastrados de pintura sin culpa. El juego libre fue el verdadero protagonista de la jornada.

“Queremos que el arte barrial también sea para las infancias, que haya espacios donde puedan ser protagonistas, crear, imaginar, sin consumir, simplemente siendo parte”, señalaron desde la organización

La entrada fue libre y gratuita, con una participación que superó las expectativas. También hubo feria de juguetes hechos a mano, merienda compartida y rincones de lectura para quienes buscaban un momento más tranquilo.

Varios talleristas del barrio se sumaron de forma voluntaria, ofreciendo desde juegos de circo hasta propuestas de dibujo y collage. La comunidad cultural se puso al hombro una fiesta para chicos sin intermediarios ni sponsors.

Espacio Haiku: una casa cultural que late junto al barrio

El Festival de Patio fue mucho más que un evento: fue una muestra del trabajo sostenido que lleva adelante Espacio Haiku, un proyecto cultural independiente que desde hace años ofrece talleres, espectáculos y actividades en el barrio con una mirada sensible y comunitaria.

Ubicado en una casona reciclada, el espacio se volvió referente cultural en la zona, con una fuerte apuesta por las infancias, los lenguajes artísticos y el cuidado del entorno.

Vecinas y vecinos de Villa Crespo, Almagro y La Paternal se acercaron a compartir la tarde con sus hijos e hijas, muchos de ellos por primera vez, y se fueron con la promesa de volver.

Para quienes ya conocían el espacio, fue emocionante ver cómo Haiku sigue creciendo sin perder su esencia: esa mezcla de calidez, arte y pertenencia que lo hace único.

Desde la organización adelantaron que habrá nuevas ediciones del festival, con propuestas para las vacaciones de invierno y más talleres para seguir cultivando la creatividad desde el juego.

Porque cuando el arte se vive en el barrio, la infancia florece con toda su fuerza.

 

 

Por Pablo L.