Frutas frescas, precios populares y encuentro entre vecinos: así se vive el ritmo de las ferias itinerantes en Comuna 15
Ferias que ya son parte del paisaje barrial
Si hay algo que identifica a los barrios porteños es el aroma a fruta madura, los gritos de los puesteros y el ir y venir de carritos repletos. Las ferias itinerantes de la Ciudad ya son una costumbre en Comuna 15, y el mes de julio trajo novedades para los vecinos de Parque Chas y Villa Crespo, con puntos de venta confirmados por el Gobierno porteño para los primeros días del mes.
La propuesta, impulsada por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, busca acercar productos de calidad a precios más bajos que en supermercados o almacenes. Frutas, verduras, panificados, lácteos y alimentos secos son parte del menú cotidiano que se ofrece en los puestos móviles.
En Villa Crespo, el punto de encuentro es la esquina de Rojas y 24 de Septiembre, junto a la plaza, los días martes de 8 a 14 hs. En ese horario, la plaza se transforma en una postal clásica del barrio: vecinos que se saludan, chicos que juegan en la calesita, y puestos coloridos ofreciendo productos frescos a precios accesibles.
Parque Chas también tiene su feria propia
En el caso de Parque Chas, las ferias itinerantes se instalan los jueves en Montenegro y Sendero de Estomba, y los viernes en Hamburgo al 3300. En ambas jornadas, entre las 8 y las 14 hs, los vecinos aprovechan para hacer las compras semanales sin alejarse del barrio.
“Los precios son buenos, pero además es una salida. Me encuentro con las chicas del grupo de caminata, charlamos, tomamos mate y de paso compro todo lo del día”, cuenta Alicia, vecina de la zona desde hace más de 20 años. La feria se vive como un ritual comunitario, donde lo económico se mezcla con lo social y hasta lo recreativo.
“No es solo venir a comprar, es ver caras conocidas, saber que estamos construyendo algo entre todos en el barrio”, dijo Gustavo, feriante en Villa Crespo desde 2018.
Además de frutas y verduras, muchos puestos comenzaron a ofrecer productos naturales, sin TACC, miel orgánica, especias y hasta cosmética natural. La renovación constante mantiene el interés de los vecinos y ayuda a los pequeños productores a abrirse camino en la economía barrial.
Las ferias también tienen un costado ambiental: fomentan el consumo responsable, reducen el uso de envases y promueven productos de cercanía. Algunos vecinos incluso llevan sus propias bolsas de tela y recipientes reutilizables, generando un circuito más sustentable.
Desde la web del Gobierno de la Ciudad se puede consultar el cronograma actualizado, que se renueva semana a semana. En la sección de Ferias Itinerantes figuran los puntos exactos y los horarios para cada día. Una herramienta útil para planificar las compras y aprovechar ofertas.
Con estos espacios, la Ciudad reafirma su apuesta por una economía de cercanía, accesible y humana. Y los vecinos lo agradecen. En cada puesto, en cada charla improvisada, en cada bolsita llena de verduras, se construye un pedacito de comunidad.
Las ferias ya son más que una alternativa al supermercado: son un punto de encuentro, una tradición renovada, un modo de vivir el barrio con todos los sentidos.