La Ciudad acompaña a las organizaciones sin fines de lucro con capacitaciones y ayuda jurídica para que puedan regularizar su situación y seguir creciendo en los barrios

Un empujón legal para quienes sostienen la vida comunitaria

Las asociaciones civiles, los clubes de barrio y las entidades sociales cumplen un rol vital en el entramado vecinal. Son espacios donde se enseña, se comparte, se contiene y se teje comunidad. Por eso, la Ciudad puso en marcha un programa de asesoramiento legal gratuito para ayudar a estas instituciones a regularizar su situación administrativa.

La iniciativa fue presentada por la Dirección General de Entidades y Culto, que depende del Ministerio de Gobierno porteño, y apunta a brindar orientación jurídica a entidades sin fines de lucro. El foco está puesto en clubes, comedores, centros culturales, cooperadoras escolares y sociedades de fomento.

La propuesta se centra en capacitar y acompañar a las organizaciones en temas como la redacción de estatutos, presentación de balances, asambleas, trámites de personería jurídica y cumplimiento normativo. Todo con un enfoque simple, accesible y pensado para quienes muchas veces no cuentan con recursos legales propios.

Asistencia técnica para estar en regla

Muchas veces, por falta de información o por lo engorroso de los trámites, las asociaciones barriales funcionan durante años sin estar completamente regularizadas. Eso les impide acceder a subsidios, firmar convenios o recibir donaciones oficiales.

Este programa busca justamente saldar esa deuda con quienes sostienen la vida social de los barrios. Un equipo especializado brinda charlas, revisa documentación y asesora caso por caso, sin costo alguno, en forma presencial o virtual.

Además, la Ciudad ofrece modelos de estatuto tipo, instructivos para balances, asesoramiento para trámites en la Inspección General de Justicia (IGJ) y seguimiento personalizado. El objetivo: que todas las organizaciones puedan avanzar con sus papeles sin quedarse trabadas por la burocracia.

“Sabemos que el trabajo que hacen los clubes, los centros y las cooperadoras es inmenso. Nuestra obligación es facilitarles las herramientas para que puedan seguir adelante en regla”, explicó un funcionario durante la presentación.

Capacitaciones, apoyo y reconocimiento

En paralelo al asesoramiento legal, el programa incluye talleres participativos donde se explica de manera sencilla todo lo que hay que saber para mantener una entidad ordenada y sin riesgos legales. Se abordan temas como libros contables, órganos directivos, renovación de autoridades y responsabilidad civil.

Estas capacitaciones se realizan en distintas comunas y están abiertas a referentes de todo tipo de organización comunitaria. El formato es claro, con ejemplos reales, y busca responder las dudas que más se repiten en cada barrio.

Desde el Gobierno porteño también se promueve la inscripción al Registro de Organizaciones de la Sociedad Civil (ROSC), que permite acceder a más programas, beneficios y convenios. Cuantas más organizaciones estén formalizadas, mayor será su autonomía y poder de gestión.

Clubes de barrio, cultura y solidaridad con respaldo legal

En Buenos Aires hay más de 5.000 entidades barriales, muchas de ellas históricas, que siguen funcionando gracias al esfuerzo de vecinos y vecinas. Este acompañamiento legal busca reconocer esa tarea silenciosa y sostenerla con herramientas concretas.

Desde hace años, clubes como el Club Saber en Villa Urquiza, centros culturales como El Archibrazo en Almagro, o comedores populares en Lugano, enfrentan obstáculos administrativos que les impiden crecer. Este programa puede significar la diferencia entre seguir luchando solos o contar con apoyo institucional.

El asesoramiento es gratuito, sin requisitos previos, y está orientado a organizaciones ya existentes o en proceso de formación. Para solicitarlo, hay que escribir a organizacionesciviles@buenosaires.gob.ar o ingresar en la web oficial de la Ciudad.

Porque detrás de cada cancha con arcos oxidados, cada salón de actos con luces parpadeantes o cada olla popular del barrio, hay personas que entregan su tiempo para que otros tengan una oportunidad. Y ahora, por fin, tienen quién los respalde.

 

 

Por Pablo L.