Más de 20 mil personas disfrutaron de vistas únicas de la Ciudad en un ciclo que agotó cupos en cada recorrido

Un año mirando Buenos Aires desde las alturas

En 2024, Buenos Aires volvió a enamorar a vecinos y turistas con su ciclo de visitas guiadas a miradores, una propuesta que permite descubrir la ciudad desde ángulos privilegiados y llenos de historia. Más de 20 mil personas participaron de esta experiencia organizada por el Ministerio de Cultura, en una edición que superó todas las expectativas.

Con entradas agotadas en cada recorrido, los visitantes pudieron apreciar la arquitectura y el paisaje urbano desde sitios que pocas veces están abiertos al público. Desde lo alto, las cúpulas, avenidas y plazas porteñas mostraron un encanto distinto, dejando en claro que la Ciudad guarda tesoros incluso en sus techos y terrazas.

Tesoros arquitectónicos a cielo abierto

Entre los puntos más buscados, el Edificio Cassará (1902) se destacó con su vista privilegiada a la Avenida de Mayo y su trazado histórico. También la Galería Güemes (1915), fuente de inspiración para escritores como Antoine de Saint-Exupéry y Julio Cortázar, fue uno de los clásicos infaltables del circuito.

En Palermo, el Automóvil Club Argentino (1942) abrió las puertas de su terraza, mostrando la elegancia de la arquitectura racionalista argentina. A la lista se sumaron miradores como el Massimiliano Bencich, el edificio Miguel Bencich, el sitio arqueológico La Cisterna, la explanada de Plaza Mitre y la Basílica Santa Rosa de Lima.

La estrella del año: la Torre Monumental

En Retiro, la Torre Monumental (1916) volvió a brillar como el mirador más visitado de la Ciudad. Con sus 60 metros de altura y su inconfundible reloj, permite ver cómo late el corazón urbano desde su punto más alto. Reabierta en el último tramo del año tras obras de reacondicionamiento, se transformó en el gran imán para vecinos y turistas.

Las visitas pueden realizarse de lunes a viernes de 10 a 17 h, y sábados, domingos y feriados de 10 a 18 h. Los miércoles la entrada es gratuita. El valor general es de $1000 para residentes y $5000 para extranjeros no residentes, con beneficios para jubilados, estudiantes, menores y personas con discapacidad, que ingresan sin cargo en cualquier jornada.

“Desde lo alto, Buenos Aires te muestra otra cara, con su mezcla de pasado y presente latiendo al mismo tiempo”, comentan los guías que acompañaron cada visita.

Un puente entre historia y futuro

El ciclo no solo ofreció vistas increíbles, sino que también ayudó a comprender el crecimiento urbano de la Ciudad, observando su magnitud y evolución desde miradores emblemáticos. Cada recorrido fue una invitación a mirar con otros ojos lo que normalmente vemos desde la vereda.

De cara a este 2025, ya se trabaja en sumar nuevos miradores en alianza con el sector privado, Nación y Ciudad, llevando la propuesta a más barrios y poniendo especial foco en el sur porteño. La idea es ampliar la experiencia para que más vecinos puedan disfrutar de estas joyas ocultas a las que no siempre se tiene acceso.

Así, los miradores de Buenos Aires siguen demostrando que no hay mejor postal que la que se ve desde arriba, con la Ciudad desplegándose como un escenario vivo, lleno de historias que esperan ser contadas.

Por Pablo L.