Con el calor, llegaron nuevas cuadrillas para desodorizar y dejar impecables los contenedores de basura en los barrios porteños

Un plan a fondo para ganarle al olor

En pleno verano, cuando el sol pega fuerte y las altas temperaturas hacen que los olores se vuelvan insoportables, la Ciudad puso en marcha un operativo especial para limpiar y desodorizar los contenedores de basura. La idea es simple pero fundamental: que tirar la bolsa no sea un momento desagradable y que la higiene se note en cada esquina, sin importar el barrio.

Para eso, se incorporaron nuevas cuadrillas de higiene urbana que recorren las 15 comunas porteñas. Su tarea es intensa: vaciar, lavar, desinfectar y perfumar cada contenedor siguiendo un cronograma rotativo que permite llegar a todos los barrios, desde el centro hasta las zonas más alejadas.

Trabajo en todos los barrios

El operativo está diseñado para que cada cuadra tenga su turno. En una jornada típica, pueden llegar a limpiar hasta 200 contenedores con camiones especiales equipados con agua a presión. No se trata de un enjuague rápido: es un lavado profundo que deja los recipientes como nuevos y listos para recibir la basura sin desprender olor.

Además, se revisan tapas y cierres para asegurarse de que funcionen correctamente. Este detalle evita que la basura quede expuesta y atraiga moscas o roedores. En días de calor, este control es clave para prevenir problemas sanitarios y cuidar la salud de todos.

“No es solo una cuestión de estética: es salud, es convivencia y es calidad de vida para los vecinos”

El refuerzo de limpieza no se limita a avenidas ni zonas céntricas. También se llega a pasajes, calles angostas y rincones menos transitados. La idea es que no haya diferencias entre un barrio y otro, y que cualquier vecino pueda encontrar su contenedor limpio sin importar la ubicación.

Colaboración vecinal

Desde la Ciudad insisten en que el trabajo rinde mucho más si los vecinos sacan la basura en el horario indicado y cierran bien las bolsas. Con este hábito simple, el contenedor se ensucia menos, se evitan derrames y la limpieza que hacen las cuadrillas dura mucho más.

La comunicación también es fundamental. En pocos minutos se puede denunciar un contenedor roto o sucio llamando al 147 o usando Boti, el chatbot de WhatsApp de la Ciudad. Así, el reclamo llega rápido y la cuadrilla puede programar la limpieza o reparación sin demoras.

Muchos vecinos ya notaron la diferencia. En varias cuadras donde antes el olor era insoportable, hoy los contenedores están limpios y sin moscas. Esto no solo mejora la higiene, sino también la convivencia y el aspecto del barrio.

En lugares como Villa Urquiza, Chacarita o La Paternal, varios frentistas comentaron que incluso los chicos pueden caminar tranquilos por la vereda sin taparse la nariz. Y en barrios como Barracas, Flores o Mataderos, donde el calor golpea fuerte, la limpieza frecuente de contenedores es casi tan necesaria como el barrido diario de las calles.

Este trabajo conjunto entre cuadrillas y vecinos apunta a que la Ciudad se mantenga limpia incluso en los días más calurosos, cuando la acumulación de basura y los olores pueden convertirse en un problema serio.

Con compromiso de todos, la diferencia se nota. Un contenedor limpio mejora la calidad de vida y el aspecto de cada cuadra, haciendo que el barrio sea un lugar más agradable para vivir y disfrutar.

Por Pablo L.