Tras un megaoperativo que desalojó a más de 5.000 vendedores ilegales, se garantizará el control del espacio público en Av. Avellaneda

Un operativo histórico en el barrio

Este mediodía se reabrirá el acceso peatonal a las manzanas de la avenida Avellaneda y alrededores que permanecieron cerradas por el megaoperativo para desalojar a más de 5.000 manteros en el barrio de Flores. Desde la madrugada, más de 550 inspectores, operarios y efectivos de la Policía de la Ciudad participaron en la liberación de las veredas, respondiendo a un reclamo histórico de vecinos y comerciantes.

El despliegue incluyó la presencia de personal de Espacio Público, la Agencia Gubernamental de Control, la Dirección de Migraciones y efectivos policiales, que realizaron más de 50 allanamientos en depósitos y locales donde se almacenaba mercadería ilegal. La acción se enmarca en un plan integral para ordenar la vía pública y combatir el comercio callejero ilegal que llevaba años instalado en la zona.

“Se terminó el vale todo: las mafias acá no tienen lugar. Vamos a seguir recuperando cada rincón de la Ciudad para los que trabajan y cumplen las reglas”, afirmó Jorge Macri.

Custodia permanente para garantizar el orden

La Ciudad confirmó que, al igual que en el barrio de Once, se mantendrá una custodia permanente de la Policía porteña e inspectores de Espacio Público para evitar que los manteros vuelvan a instalarse. Esta medida busca dar previsibilidad a los comerciantes formales, que podrán abrir sus locales sin la presión de tener que competir con la venta ilegal en la puerta de sus negocios.

Jorge Macri destacó que el objetivo es recuperar el espacio público y devolverlo a quienes cumplen con las normativas. “El control de la calle lo tiene el Estado, asumí la responsabilidad de recuperar el espacio público y es lo que estamos haciendo”, subrayó el jefe de Gobierno.

Impacto en comerciantes y vecinos

Para los comerciantes, la medida representa un alivio después de años de conflicto. “Esto les va a quitar un ratito de trabajo, pero vienen conviviendo con los manteros desde hace años, así que va a ser un gran avance para ellos”, afirmó Macri, quien también remarcó la importancia de prevenir posibles reacciones violentas durante la reapertura de la zona.

Los vecinos, por su parte, celebraron que la intervención haya sido acompañada por un plan de seguridad sostenido, algo que en ocasiones anteriores había faltado, lo que facilitaba el retorno de la venta ilegal a los pocos días de los operativos.

Ir contra las mafias, no solo contra los manteros

El ministro de Seguridad, Waldo Wolff, remarcó que el operativo no solo apuntó a los vendedores callejeros, sino también a los financistas y organizaciones que sostienen la actividad ilegal. “Fuimos por las mafias. Como pasó en Once, se quedó la Policía como garante, hay recursos y está garantizado el control del lugar”, aseguró.

Los allanamientos realizados durante la madrugada permitieron incautar gran cantidad de mercadería, lo que representa un golpe a la logística que abastece la venta ilegal en la vía pública.

Una estrategia que se replica en otros barrios

La experiencia de Once, donde la presencia constante de fuerzas de seguridad logró mantener despejadas las calles, sirve como modelo para la intervención en Flores. El objetivo es que la zona recupere su dinámica comercial habitual, beneficiando tanto a comerciantes como a vecinos y visitantes.

Desde el Gobierno porteño adelantaron que se continuará con este tipo de operativos en otras áreas de la Ciudad afectadas por el comercio ilegal, con el fin de garantizar que el espacio público sea utilizado de manera ordenada y segura para todos.

Un nuevo capítulo en la recuperación del espacio público

El operativo de Flores marca un paso más en la estrategia de la Ciudad para combatir el comercio ilegal. La decisión de sostener la presencia policial y de inspectores busca evitar que el esfuerzo realizado se pierda y que la zona vuelva al desorden anterior.

Para los vecinos, comerciantes y transeúntes, la expectativa está puesta en que esta intervención no sea solo una medida momentánea, sino el inicio de un cambio duradero en la convivencia urbana.

Por Pablo L.