El espacio verde que celebra la obra y el espíritu del genial creador de Mafalda

Un rincón porteño con identidad propia

En el barrio de Colegiales, entre árboles, senderos y juegos infantiles, la Plaza Mafalda rinde homenaje al entrañable personaje creado por Joaquín Salvador Lavado, “Quino”. Más que una plaza, es un espacio que combina naturaleza, arte y cultura popular, invitando a grandes y chicos a reencontrarse con el mundo de Mafalda y sus amigos.

Ubicada en la intersección de las calles Concepción Arenal y Conde, la plaza nació con la idea de poner en valor un sector del barrio y, al mismo tiempo, mantener vivo el legado de Quino, el historietista mendocino que supo retratar con humor y ternura las inquietudes de toda una generación.

“Mafalda es una niña que mira el mundo con preguntas simples y profundas a la vez… y eso es algo que todos necesitamos recordar”

Un recorrido por el universo de Mafalda

La plaza está decorada con murales, esculturas y referencias visuales que evocan las tiras cómicas de Quino. Allí se puede encontrar a Mafalda sentada en un banco, sonriente y lista para la foto, junto a sus inseparables amigos: Susanita, Manolito, Felipe, Libertad y Miguelito.

Estos rincones no solo invitan al juego y al paseo: son puntos de encuentro para fanáticos del personaje y para turistas que llegan a conocer “la plaza de Mafalda”. Es común ver familias posando junto a las figuras, o visitantes recorriendo el lugar con libros de Quino en la mano.

Quino, un artista universal con raíces argentinas

Quino creó a Mafalda en 1964 y, aunque dejó de dibujarla en 1973, su influencia nunca se detuvo. La pequeña de cabellos negros, amante de Los Beatles y enemiga de la sopa, se convirtió en un símbolo de pensamiento crítico, ternura y humor inteligente en todo el mundo.

Su creador recibió numerosos premios internacionales, incluido el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, y siempre mantuvo un vínculo cercano con sus lectores. La Plaza Mafalda es uno de los espacios que reconoce su aporte a la cultura y a la identidad argentina.

Un lugar para jugar, aprender y reflexionar

Además de su valor cultural, la plaza ofrece un amplio sector de juegos para chicos, áreas verdes y senderos ideales para caminar o descansar. Los murales con frases de Mafalda proponen pequeñas reflexiones que invitan a detenerse un momento y pensar.

Por eso, no es solo un homenaje a Quino: es también un espacio educativo, donde los valores de la historieta se entrelazan con el juego, la convivencia y el respeto por el espacio público.

Eventos y actividades culturales

En fechas especiales, la plaza se convierte en escenario de actividades culturales y recreativas: lecturas de historietas, talleres de dibujo, encuentros de fanáticos del cómic y hasta proyecciones al aire libre. Estos eventos fortalecen el sentido de comunidad y refuerzan el lazo entre vecinos y visitantes.

La figura de Mafalda se ha convertido en un punto de identidad para Colegiales y para Buenos Aires en general, uniendo generaciones alrededor de su mensaje universal.

Un homenaje que sigue creciendo

Desde su inauguración, la Plaza Mafalda ha ido incorporando nuevos elementos decorativos y mejoras en su infraestructura. La intención es mantenerla siempre viva y atractiva, para que siga siendo un lugar de encuentro y homenaje permanente al gran Quino.

Para quienes crecieron leyendo a Mafalda, visitar la plaza es volver a la infancia y reencontrarse con esos personajes entrañables. Para quienes la descubren por primera vez, es una puerta de entrada a un universo de humor, ternura y pensamiento crítico que no pierde vigencia.

 

Por Pablo L.