Un rincón verde recuperado para el disfrute de todos los vecinos y vecinas del barrio

Obras que transforman lo cotidiano

Después de meses de trabajo intenso, la Plaza del Árbol luce completamente renovada y lista para recibir a quienes la caminan, la juegan o simplemente la disfrutan. La transformación se realizó en el marco del Plan de Obras Comunales, una iniciativa que busca mejorar los espacios públicos en cada rincón de la Ciudad.

El corazón de esta reforma fue la idea de volver a darle vida a la plaza, no solo desde lo estético sino también pensando en la seguridad, el deporte y el encuentro comunitario. Ahora, con nuevos sectores verdes, áreas de ejercicio y detalles que la embellecen, el lugar se convirtió en un verdadero punto de encuentro para el barrio.

«Queremos que cada vecino sienta orgullo de su plaza. Es un espacio para todos: para el mate, el juego, la charla o el descanso», expresó una vecina en la inauguración.

Verde que te quiero verde

Uno de los cambios más notables es la incorporación de 260 metros cuadrados de superficie absorbente, lo que ayuda a mejorar el drenaje del suelo y a reducir el calor urbano. Estos espacios fueron completados con nuevos canteros, donde se plantaron más de 2.600 especies vegetales adaptadas al clima del barrio, generando un paisaje más amigable y fresco.

Gracias a esta intervención, el entorno se siente más vivo, más colorido. Las plantas, las flores y los arbustos dan una nueva postal al lugar, invitando a recorrerlo con tranquilidad y a disfrutar del aire libre como se merece.

Una plaza para moverse y encontrarse

Además del paisajismo, se sumó una nueva área deportiva con postas aeróbicas y equipos de calistenia. Esto permite que vecinos de todas las edades puedan hacer actividad física sin necesidad de ir a un gimnasio. Desde jóvenes hasta adultos mayores, todos tienen ahora un espacio cómodo y accesible para moverse y cuidar su salud.

También se colocó nuevo mobiliario urbano, incluyendo bancos más cómodos, cestos de residuos, mesas y sectores de descanso. Este tipo de detalles hacen que la plaza sea más funcional y que invite a quedarse, a leer un libro o simplemente a ver la vida pasar.

Más luz, más arte, más vida

La seguridad no quedó afuera: se instalaron luminarias nuevas en toda la plaza, mejorando la visibilidad durante la tarde y noche. Esto no solo brinda mayor tranquilidad, sino que también permite que el espacio siga siendo aprovechado aún cuando cae el sol.

Y como toque final, se sumó un mural artístico que embellece aún más la plazoleta. Este mural no es solo una obra decorativa, sino que refleja la identidad del barrio, con colores y formas que invitan a mirar, a reflexionar y a sentirse parte.

Un nuevo comienzo para un espacio con historia

La reforma integral de la Plaza del Árbol no es una simple obra más: es una apuesta a la vida barrial, a que los vecinos se encuentren, compartan y disfruten del espacio público con orgullo y pertenencia.

Ahora que el lugar volvió a cobrar fuerza, solo queda acercarse, caminarlo, habitarlo. Con mates, con amigos, con libros, con risas, con bicis o con un abrazo. Porque cuando una plaza florece, florece también el barrio.

 

 

Por Pablo L.