El Ministerio de Educación implementó un protocolo claro para cuidar a la comunidad escolar y evitar contagios
Detectar rápido, actuar a tiempo
Ante el regreso de enfermedades que creíamos superadas, el sarampión volvió a estar en el radar sanitario. Por eso, el Ministerio de Educación de la Ciudad activó un Protocolo de Acción en Escuelas, para saber cómo proceder ante la sospecha o confirmación de un caso.
No es para alarmarse, pero sí para estar atentos. La prevención empieza con información clara y pasos concretos. Este protocolo busca cuidar la salud de estudiantes, docentes y personal no docente, asegurando que ante cualquier síntoma sospechoso se actúe rápido y bien.
“Cuidar la salud es una tarea colectiva: cada familia, cada escuela y cada estudiante tiene un rol importante”, expresaron desde el área educativa.
¿Qué se considera un caso sospechoso?
El protocolo es claro: cualquier persona que tenga fiebre alta (más de 38°), erupción en la piel y síntomas respiratorios como tos, conjuntivitis o secreción nasal, se considera un posible caso de sarampión.
Si aparece alguien con ese cuadro en la escuela, hay que actuar sin perder tiempo: aislar a la persona, contactarse con salud pública y garantizar su atención médica. La prioridad es frenar el contagio y proteger al resto de la comunidad educativa.
Primeros pasos dentro de la escuela
El protocolo exige que el alumno, docente o trabajador con síntomas sea retirado del establecimiento escolar cuanto antes, con barbijo y sin usar transporte público si es posible.
En paralelo, la escuela debe dar aviso inmediato al Ministerio de Salud porteño y asegurarse de que la persona reciba atención médica. Al llegar al centro de salud, hay que informar que se trata de un caso sospechoso de sarampión.
Qué pasa con quienes estuvieron en contacto
Una vez detectado el caso, se arma un listado con todos los estudiantes y docentes que estuvieron en contacto cercano con la persona afectada, desde cuatro días antes y hasta cuatro días después del inicio de la erupción.
Luego, se revisan sus esquemas de vacunación. Los menores de 5 años deben tener al menos una dosis de la vacuna triple viral; los mayores de 5 y hasta 60 años, dos dosis de doble o triple viral. Si falta alguna, deben vacunarse dentro de las 72 horas.
Refuerzo de la vacunación y limpieza intensiva
Si el Ministerio lo indica, se puede realizar una campaña de vacunación de refuerzo dentro de la escuela, para garantizar la protección de quienes estuvieron expuestos.
También se pone en marcha un plan de limpieza y desinfección en profundidad de las aulas, pasillos, baños y espacios comunes. Y durante los 30 días siguientes se realiza un seguimiento diario para detectar posibles nuevos casos.
Comunicación con las familias: clave para prevenir
Otro punto fundamental del protocolo es mantener a las familias informadas. Ante un caso sospechoso o confirmado, la escuela debe enviar una notificación explicando la situación, qué medidas se tomaron y recordando la importancia de tener el calendario de vacunación al día.
Si un niño o niña presenta síntomas compatibles con sarampión, la recomendación es no enviarlo a la escuela y consultar de inmediato al médico. Actuar rápido es la mejor manera de cortar la cadena de transmisión.
Vacunarse es protegerse
El sarampión no es un simple resfrío. Puede causar complicaciones graves, sobre todo en menores de 5 años y personas con defensas bajas. Por eso, la vacunación es la herramienta más segura y efectiva para prevenir.
En la Ciudad, las vacunas son gratuitas y se aplican en todos los centros de salud públicos. Tener el esquema completo no es solo una obligación: es un acto de cuidado hacia toda la comunidad.
Cuidarnos entre todos
Con este protocolo, las escuelas porteñas suman una nueva herramienta para actuar rápido y con responsabilidad. La clave está en la detección temprana, la vacunación y la buena comunicación entre familias, docentes y autoridades sanitarias.
Como en tantas otras cosas, prevenir es mucho mejor que curar. Y en las aulas, donde se aprende, se juega y se convive, eso vale doble.