La Ciudad avanza con imágenes y secuencias que facilitan la orientación y autonomía de personas con discapacidad cognitiva, autismo y TEA en 31 líneas de colectivos
Una transformación que va más allá de lo estético
En plena movida de modernización del transporte, la Ciudad empezó a incorporar pictogramas e historias sociales en las unidades de 31 líneas de colectivos. No es un cambio menor: estas herramientas visuales apuntan a que las personas con discapacidad cognitiva, autismo o trastornos del espectro autista (TEA) puedan viajar con más seguridad, comprensión y autonomía.
El proyecto fue diseñado por la Dirección General de Accesibilidad Universal de la Subsecretaría de Discapacidad, en conjunto con el Ministerio de Movilidad Sustentable. La idea es que el transporte no solo sea moderno y seguro, sino también verdaderamente inclusivo, derribando las barreras que todavía existen para miles de vecinos.
Qué son los pictogramas y por qué son tan útiles
Los pictogramas son dibujos simples que representan acciones concretas, como subir al colectivo, pagar el boleto o ceder el asiento. Funcionan como un lenguaje visual fácil de entender, incluso para quienes tienen dificultades para procesar información verbal o escrita.
Estas imágenes forman parte de los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC), que se usan en todo el mundo para mejorar la interacción y la comprensión. En este caso, se suman también las “historias sociales”: secuencias que muestran, paso a paso, cómo es un viaje en colectivo, desde que se sube hasta que se baja, ayudando a anticipar lo que va a pasar y reduciendo la ansiedad.
Con estas herramientas, se busca garantizar una experiencia de viaje más accesible y autónoma para todos los pasajeros
Un viaje más claro, seguro y previsible
Para muchas personas con discapacidad cognitiva o TEA, los viajes en transporte público pueden ser una fuente de estrés por los imprevistos o la sobrecarga de estímulos. Los pictogramas y las historias sociales dan un marco previsible que ayuda a entender qué se espera en cada momento y cómo actuar.
Un ejemplo: en lugar de escuchar “ceda el asiento”, la persona ve un dibujo claro de alguien levantándose para que otra persona se siente. La imagen transmite el mensaje sin margen de confusión, algo fundamental para que todos puedan participar plenamente en la vida urbana.
Cómo y cuándo se verán los cambios
La implementación ya está en marcha y, según informaron desde la Ciudad, en los próximos días empezarán a aparecer los nuevos pictogramas dentro de las unidades. Se colocarán en lugares estratégicos, como las puertas de acceso, las zonas de asientos prioritarios y el sector del conductor.
En esta primera etapa participan 31 líneas que recorren distintos barrios porteños. La intención es que la iniciativa se extienda a todo el sistema para que cualquier persona, sin importar sus capacidades, pueda entender y disfrutar de un viaje en colectivo sin barreras.
Más que transporte: un paso hacia la inclusión real
Este tipo de medidas no solo mejoran la accesibilidad, sino que envían un mensaje fuerte: la inclusión es una tarea colectiva. No alcanza con que el vehículo esté en condiciones; también hay que pensar en cómo viajan quienes necesitan apoyos adicionales para orientarse y participar.
La modernización y la seguridad son pilares, pero la verdadera transformación ocurre cuando la tecnología y el diseño se ponen al servicio de todos. Un pictograma puede parecer algo chico, pero para quien lo necesita puede cambiar todo un viaje.
La ciudad que escucha y adapta
Detrás de esta iniciativa hay diálogo con familias, organizaciones y especialistas que conocen de cerca las necesidades de las personas con discapacidad. La experiencia de los usuarios es la que guía los cambios, asegurando que no se trate de una medida decorativa, sino de algo realmente útil.
Que una persona pueda viajar sola gracias a una imagen clara no es solo un avance en transporte: es un paso hacia su independencia y su participación plena en la comunidad. En definitiva, la accesibilidad no es un lujo, es un derecho.