Un patrimonio documental que guarda más de un siglo de historia médica, social y barrial en la Ciudad

Orígenes de un hospital emblemático

El Hospital Tornú, ubicado en el corazón de Parque Chas y lindero a Agronomía, es mucho más que un centro de salud especializado. Fundado en 1904 para el tratamiento de enfermedades respiratorias, nació en respuesta a una necesidad urgente de la Buenos Aires de principios del siglo XX: atender y contener a pacientes con tuberculosis, una de las principales causas de muerte de la época.

Su creación fue posible gracias a la donación de terrenos y fondos por parte de Emilio Tornú, médico y filántropo que dedicó su vida a la lucha contra esta enfermedad. El diseño del hospital incluyó pabellones abiertos rodeados de parques, siguiendo el modelo sanatorial que priorizaba el aire puro, el sol y el contacto con la naturaleza como parte del tratamiento.

Un archivo que guarda la memoria

Con el paso de las décadas, el hospital acumuló un vasto archivo documental que hoy constituye un verdadero tesoro histórico. Historias clínicas, registros fotográficos, libros de guardia, planos arquitectónicos y correspondencia oficial forman parte de este acervo, que permite reconstruir no solo la evolución del hospital, sino también la historia de la salud pública en la Ciudad.

Este archivo no solo documenta prácticas médicas: también refleja la vida cotidiana dentro de la institución, los cambios en la infraestructura, la incorporación de nuevas tecnologías y el impacto de grandes eventos sanitarios, desde epidemias hasta campañas de vacunación masiva.

Testimonios de otra época

Entre los documentos más valiosos se encuentran fotografías de los pabellones originales, imágenes del personal de salud con sus uniformes de época y registros de pacientes que muestran el tránsito de miles de personas por sus salas. Estos testimonios gráficos y escritos son clave para entender cómo evolucionaron los tratamientos y cómo cambió la relación entre pacientes y médicos a lo largo del tiempo.

Los libros de registro revelan, además, cómo el Tornú se convirtió en un referente para todo el país. Pacientes provenientes de distintas provincias llegaban en busca de tratamiento, lo que transformó al hospital en un punto de encuentro de culturas y realidades sociales diversas.

“El archivo del Hospital Tornú es un espejo de la historia de la salud en Buenos Aires”

Un valor que trasciende lo médico

El archivo histórico del Tornú no solo tiene valor médico, sino también cultural y social. Sus documentos permiten reconstruir la historia barrial de Parque Chas y Agronomía, ya que el hospital influyó directamente en el desarrollo de la zona: generó empleo, atrajo población y fue centro de actividades comunitarias.

En muchos relatos orales, el Tornú aparece como un símbolo de lucha contra la adversidad, un lugar donde la medicina y la contención social se dieron la mano para enfrentar las crisis sanitarias más duras del siglo pasado.

Preservar para las próximas generaciones

Hoy, preservar este archivo implica un esfuerzo conjunto. Clasificar, digitalizar y resguardar cada documento es clave para evitar la pérdida de información valiosa y facilitar el acceso a investigadores, historiadores y vecinos interesados en conocer su pasado.

En un contexto en el que muchas instituciones ven amenazados sus archivos por el paso del tiempo o por falta de recursos, el caso del Tornú destaca como ejemplo de compromiso con la memoria. Sus documentos no solo cuentan la historia del hospital, sino que forman parte de la identidad misma de la Ciudad.

Un patrimonio vivo

Visitar el archivo del Hospital Tornú es entrar en contacto con más de cien años de historia viva. Cada página, cada foto, cada nota manuscrita es una puerta abierta a un pasado que todavía influye en el presente. Preservarlo es un acto de respeto hacia quienes construyeron esta institución y hacia quienes la sostienen día a día.

El Tornú es, sin dudas, mucho más que un hospital: es un testigo silencioso de la historia sanitaria, social y barrial de Buenos Aires. Y su archivo es la voz que nos permite escuchar ese testimonio a través del tiempo.

Por Pablo L.