Una joya porteña que sigue marcando tendencia en gastronomía, cultura y estilo
Un barrio con lo mejor de tres mundos
Si hay un barrio que sabe mantenerse joven, ese es Colegiales. Su ubicación privilegiada lo convierte en un imán para vecinos y visitantes, combinando la movida gastronómica y cultural de Palermo, la tranquilidad residencial de Belgrano y la frescura creativa de Chacarita.
Entre sus calles adoquinadas y casas bajas se respira un aire bohemio y relajado. El arte callejero decora muros y plazas como si fueran galerías a cielo abierto, mientras estudios de diseño, productoras y talleres le dan al barrio un pulso creativo constante.
Vivir en Colegiales, un privilegio codiciado
No es fácil conseguir vivienda en Colegiales, incluso con buen presupuesto. Quienes lo logran disfrutan de calles tranquilas, plazas arboladas y una arquitectura que enamora. Cafecitos de autor, bares con onda y restaurantes de moda completan la postal, siempre rodeada de un público joven y animado.
Qué hacer en Colegiales
El gran clásico es el Mercado de Pulgas, un espacio cubierto repleto de muebles vintage, lámparas retro y objetos curiosos. Un paraíso para los amantes de la decoración y las historias que guardan los objetos antiguos.
A la vuelta, la Plaza Mafalda es el punto de encuentro de vecinos, familias y grupos que improvisan picnics o ensayos musicales. Su espíritu barrial y su energía la vuelven un lugar único en la ciudad.
Para los fanáticos de la música en vivo, el Teatro Vorterix es parada obligada. Ícono de la escena porteña, recibe artistas nacionales e internacionales y genera esas filas eternas que ya son parte del paisaje del barrio.
“Colegiales es un barrio donde siempre hay algo para descubrir: un mural nuevo, un bar escondido o un concierto inolvidable”
Si la idea es comer y tomar, Colegiales está entre los barrios más tentadores de Buenos Aires. Desde pizzerías históricas como La Mezzetta o San Antonino, hasta propuestas gourmet como Anafe o Catalino, pasando por bodegones con identidad como el Bar 8 Esquinas.
En cuanto a bares y cervecerías, el barrio brilla con lugares como Strange Brewing, Ruda y Buena Birra Social Club. Y para quienes prefieren un café tranquilo, hay joyitas como Yedra, Altar, Gorrión y Crisol, sin olvidar la legendaria heladería Scannapieco.
Arte, libros y cultura en cada esquina
En cada caminata, los murales y graffitis cuentan historias y pintan de colores las calles. Pero la oferta cultural no termina ahí: el Paseo Literario incluye paradas como la Biblioteca Fundación Biró, Céspedes Libros y la Papelera del Artesano, donde el papel y la encuadernación artesanal son verdaderas obras de arte.
El Teatro Regio, con su imponente fachada barroca y una cartelera siempre interesante, completa un mapa cultural que rivaliza con el de cualquier otro barrio porteño.
Un barrio con historia
El nombre Colegiales viene del siglo XVII, cuando la zona formaba parte de la “Chacarita de los Colegiales”, una chacra donde veraneaban los estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires. De aquellos días campestres a la actualidad vibrante, el barrio nunca perdió su espíritu abierto y acogedor.
Hoy, la Comuna donde se encuentra Colegiales es la más poblada de la ciudad, lo que habla de su atractivo para vivir y la intensidad de su vida diaria.
Colegiales hoy
Colegiales sigue reinventándose sin perder su esencia. Es un barrio que mezcla historia, arte, gastronomía y vida social en un solo lugar, ideal para quienes buscan disfrutar Buenos Aires con calma, pero sin renunciar a la buena movida cultural y nocturna.
Ya sea para vivir o para pasar el día, recorrer Colegiales es descubrir que la moda no siempre es pasajera, y que algunos barrios tienen el don de mantenerse siempre jóvenes.