El fin de semana, Parque Thays fue el punto de encuentro para vecinos y turistas que disfrutaron de la tercera edición de la feria Sabor a Buenos Aires, con más de 45 puestos, shows y propuestas para toda la familia.
Un festival para los sentidos
Este sábado y domingo, el corazón verde de Recoleta se transformó en un verdadero paraíso para los amantes de la buena mesa. La feria Sabor a Buenos Aires convocó a miles de personas con su propuesta única de aromas, sabores y música en vivo. Desde el mediodía, el Parque Thays empezó a llenarse de familias, grupos de amigos y turistas que buscaban probar un plato distinto, descubrir nuevas recetas o simplemente disfrutar del ambiente festivo.
El clima acompañó con temperaturas agradables que hicieron que las mesas, los bancos y hasta el pasto fueran ocupados por quienes se dejaban tentar por las especialidades que ofrecían los más de 45 puestos gastronómicos. El asado fue uno de los grandes protagonistas, con parrillas que largaban un aroma irresistible a carne ahumada con quebracho colorado, mientras que otros preferían opciones más originales como sánguches de tortilla de papa o tapas madrileñas.
No faltaron las propuestas para quienes disfrutan de la cocina internacional: hubo pizza napolitana, guisos bien porteños y recetas asiáticas que iban desde el sushi hasta platos salteados al wok. La variedad de precios también permitió que todos pudieran llevarse un bocado, con opciones dulces desde $2.500 y saladas desde $7.000, algo que muchos visitantes destacaron como un punto a favor en tiempos donde salir a comer puede resultar caro.
Un espacio para la gastronomía local
La feria no fue solo un paseo gastronómico: también fue una vidriera para emprendedores y pequeños productores de la Ciudad. Pastelerías de autor, bares notables y cafeterías de especialidad tuvieron su espacio para lucirse, ofreciendo desde medialunas artesanales hasta cafés filtrados con métodos poco comunes. Muchos de estos negocios encontraron en Sabor a Buenos Aires una oportunidad para darse a conocer y sumar clientes nuevos.
El Jefe de Gobierno, Jorge Macri, recorrió la feria y conversó con emprendedores y vecinos. “Estos espacios generan empleo para el sector gastronómico y también ayudan a promover el turismo”, expresó. Durante su visita, probó algunos platos y destacó el trabajo de quienes, día a día, sostienen sus emprendimientos en un contexto económico desafiante.
También se acercó el ministro de Desarrollo Económico, Hernán Lombardi, quien subrayó la importancia de estos encuentros: “La gastronomía es una gran fuente de empleo que estimulamos y apoyamos desde el Gobierno de la Ciudad”. En ese sentido, remarcó que la feria es una vidriera no solo para negocios consolidados, sino también para nuevos proyectos que buscan crecer.
“Si a la gastronomía le va bien, a la Ciudad le va bien”, Jorge Macri
Mucho más que comida
Además de la oferta gastronómica, Sabor a Buenos Aires propuso un fin de semana a puro entretenimiento. Hubo shows en vivo de bandas locales, DJs que animaron la tarde y un patio de juegos para que los más chicos también fueran parte de la experiencia. La idea fue que la feria pudiera disfrutarse en familia, combinando sabores con actividades culturales y recreativas.
Los organizadores dispusieron áreas de descanso y mesas comunitarias para que todos tuvieran su lugar. La escena se completaba con gente sentada en el pasto, charlando y compartiendo platos, mientras el sol caía sobre los árboles del parque. La sensación general era de estar en una gran reunión al aire libre, donde desconocidos podían terminar compartiendo un choripán o un mate.
Los más chicos disfrutaron de actividades especiales, desde talleres de cocina hasta juegos didácticos, en un espacio diseñado para que pudieran participar mientras los adultos recorrían la feria. Esto permitió que el evento fuera realmente inclusivo y cómodo para familias enteras, algo que se valora mucho a la hora de planificar salidas de fin de semana.
Impacto en la Ciudad
Más allá del disfrute, la feria dejó en claro que la gastronomía porteña es uno de los grandes motores culturales y económicos de la Ciudad. Reunir en un solo lugar a tantos productores, cocineros y emprendedores genera un movimiento que se refleja no solo en ventas directas, sino también en nuevos contactos, alianzas y oportunidades comerciales.
Para muchos visitantes, la experiencia fue más que positiva. Algunos destacaban la calidad de los productos, otros el ambiente relajado y familiar, y varios coincidían en que este tipo de eventos deberían repetirse más seguido en distintos barrios porteños. No solo para disfrutar, sino también para que cada zona pueda mostrar lo mejor de su gastronomía local.
En esta tercera edición, Sabor a Buenos Aires confirmó que llegó para quedarse. La fórmula de buena comida, precios accesibles y ambiente amigable resultó imbatible para quienes se acercaron al Parque Thays y ya esperan la próxima convocatoria.
En tiempos donde muchas veces las malas noticias ocupan las primeras planas, eventos como este devuelven un respiro y una sonrisa a vecinos y visitantes. Y lo hacen a través de algo tan simple, pero tan poderoso, como compartir una comida.
Con el éxito de esta edición, no sería extraño que la feria siga creciendo y sumando propuestas. La gastronomía porteña tiene mucho para mostrar, y estos espacios son la excusa perfecta para seguir explorándola.