Un rincón vintage francés: La Noire, el refugio adorable en la Ciudad

Dos rincones con alma parisina en Villa Crespo y Colegiales

Un hallazgo que combina sencillez y encanto

En medio del ruido porteño, existe un rincón que parece detenido en el tiempo. La Noire es un café francés con encanto vintage que conquista por su calidez, su decoración cuidada y su propuesta gastronómica simple pero irresistible. Es de esos lugares que, si uno pasa caminando distraído, podría no notar, pero que una vez descubiertos se vuelven parada obligada.

El secreto de La Noire está en su atmósfera tranquila y su estética cuidada. No intenta llamar la atención con carteles estridentes ni ofertas a gritos; prefiere dejar que la experiencia hable por sí sola. Y vaya si lo logra: basta cruzar la puerta para sentirse transportado a un café de barrio parisino.

La magia de Villa Crespo

La primera sucursal de La Noire abrió sus puertas en una antigua casona reciclada de Villa Crespo. Apenas entrás, lo primero que se roba la mirada es una mesa junto a la ventana, colmada de tortas, croissants, pains au chocolat y otras tentaciones dulces. El aroma a manteca y café recién molido es el primer abrazo que recibe al visitante.

El salón es amplio, con paredes pintadas en colores suaves y una pared descascarada que suma un toque bohemio. Hay mesas de madera para comer, mesas ratonas circulares, butacas y sillones tapizados, todo dispuesto con una intención casi de galería de arte. No hay mueble fuera de lugar: cada pieza parece elegida con cariño.

La luz natural entra generosa por las grandes puertas con ventanas, mientras que bombitas cálidas y flores frescas en las mesas terminan de dar ese clima acogedor y romántico. Sobre las paredes, siempre cuelgan obras de arte que invitan a quedarse mirando mientras se toma el café.

Un rincón encantador en Colegiales

La segunda casa de La Noire se encuentra en el tranquilo barrio de Colegiales. Si uno viene por la bicisenda de la calle Superí, se la encuentra justo al final, con un toldo rojo que parece sacado de una postal francesa. Aunque el salón es más pequeño que el de Villa Crespo, el encanto está intacto.

En este local, las mesitas de la vereda y los bancos de madera invitan a sentarse al sol y ver pasar a la gente. También hay una mesa junto a la ventana, ideal para perder la noción del tiempo mientras se lee un libro o se conversa con alguien querido.

“La Noire es un oasis urbano, un pedacito de París escondido en Buenos Aires”

Sabores que enamoran

La carta de La Noire no es extensa, pero tiene lo justo y necesario para conquistar a cualquiera. El café de especialidad se acompaña con delicias francesas elaboradas en el momento: croissants hojaldrados, pains au chocolat, tartas, tortas y un surtido de tartines (tostadas con diferentes coberturas).

También ofrecen sándwiches vegetarianos y opciones con carnes, siempre preparados con ingredientes frescos. Todo llega a la mesa con una presentación sencilla pero cuidada, y eso se agradece tanto como la amabilidad de quienes atienden.

Un detalle que los clientes suelen destacar es la atención personalizada y el clima relajado. No importa si vas solo, en pareja o con amigos: siempre hay un rincón que parece esperarte, como si el lugar ya supiera que ibas a llegar.

Un refugio para desconectar

La Noire es el tipo de café al que vale la pena escaparse cuando se necesita un respiro. No solo por su propuesta gastronómica, sino porque transmite una sensación de hogar. Es un lugar donde las horas pasan sin apuro y donde el bullicio de la ciudad parece apagarse en la vereda.

En Villa Crespo y en Colegiales, este café se ha convertido en un punto de encuentro para quienes valoran la calma, la buena charla y el sabor auténtico. Un secreto a voces que, aun así, conserva ese aire de descubrimiento.

Ya sea para una merienda con amigos, una cita romántica o un rato de lectura, La Noire siempre tiene un rincón para vos. Y lo mejor: no importa cuántas veces vuelvas, siempre te vas con ganas de regresar.