Un reconocimiento que premia el esfuerzo diario de quienes estudian en la UBA y siguen adelante pese a las distancias y las dificultades.
En esta edición del Premio Eudeba 2025, la emoción se hizo sentir. Cuando estudiar implica viajar horas y sostener el esfuerzo día a día, cada logro vale el doble. Por eso, reconocer a los becarios y becarias de la UBA tuvo un sentido especial. Entre los destacados estuvieron Patricio Juan Aguilar Toranza, de Agronomía, y Martina Ponce de León, de Ciencias Ambientales, quienes recibieron su premio en un acto lleno de orgullo.
Una ceremonia que celebra dedicación y perseverancia
El viernes 17 de octubre, el Aula Magna de la Facultad de Odontología fue el escenario de la 27º edición de un premio que ya es tradición dentro de la UBA. Allí se reunieron autoridades, docentes, estudiantes y familias para acompañar a los galardonados. En total, fueron distinguidos 45 jóvenes seleccionados entre más de 3.500 becarios de toda la Universidad, algo que demuestra lo exigente y valioso de esta distinción. El reconocimiento no solo incluye un diploma, sino también una selección de libros del catálogo de Eudeba, un gesto simbólico que acompaña el impulso intelectual de quienes día a día construyen su futuro académico con esfuerzo constante.
El Premio Eudeba reconoce la excelencia académica de estudiantes que sostienen su trayectoria incluso en contextos de alta dificultad económica.
Dos representantes de la FAUBA que dejaron huella
En esta edición, la Facultad de Agronomía dijo presente con dos nombres que reflejan compromiso y constancia. Por un lado, Patricio Juan Aguilar Toranza, estudiante de Agronomía, y por otro, Martina Ponce de León, quien cursa la Licenciatura en Ciencias Ambientales. Ambos fueron seleccionados por su notable rendimiento y por destacarse entre miles de estudiantes que, como ellos, no solo estudian sino que sortean obstáculos cotidianos para construir una trayectoria universitaria sólida. El premio, en ese sentido, funciona como un fuerte reconocimiento al trabajo silencioso que rara vez se ve desde afuera, pero que sostiene los sueños de muchos jóvenes.
La historia de Martina: viajes largos, esfuerzo diario y un reconocimiento inesperado
Martina empezó su carrera en 2022 y hoy cursa el cuarto año. Viene desde Florencio Varela todos los días, combinando colectivos y subtes para llegar a su cursada en la FAUBA. Por eso, cuando la noticia del premio llegó, la sorpresa fue enorme. “Realmente no lo esperaba, me puso muy contenta haberlo recibido. Simbólicamente me representa el esfuerzo y el empeño que pongo día a día, no solo en la cursada sino en cada colectivo y subte que tomo desde mi casa”, contó la estudiante, emocionada por un reconocimiento que funciona como un envión anímico en un año de estudio intenso.
“Somos parte activa de la Universidad”: una mirada estudiantil que suma
Más allá del premio, Martina reflexiona sobre el rol que ocupan los estudiantes dentro de la vida universitaria. “Somos actores fundamentales en la producción de conocimiento y en la cultura universitaria. No solo aprendemos, también aportamos nuevas preguntas y perspectivas”, afirmó. Para ella, estudiar es más que aprobar materias: también implica contribuir a la investigación, participar en proyectos, hacer extensión y formar parte de la vida social y política que caracteriza a la UBA. Una identidad colectiva que empuja a transformar la universidad desde adentro, combinando tradición y renovación con una mirada crítica y comprometida.
Un mensaje para quienes recién empiezan
Martina también aprovechó la oportunidad para dirigirse a quienes están dando sus primeros pasos en la vida universitaria. Su mensaje fue claro y sincero: “Que se proyecten en esa carrera que eligieron y continúen a pesar de todas las circunstancias. Que se permitan equivocarse, porque el mundo no se termina cuando desaprobás un final o un parcial”. Para ella, lo importante es no aflojar y también construir vínculos que sostengan. “Las amistades te sacan a flote cuando sentís que no podés más”, reflexionó, poniendo en palabras una verdad compartida por generaciones de estudiantes de la UBA que saben que estudiar no es un camino solitario, sino uno que se transita acompañado, con dudas, tropiezos, aprendizajes y muchas ganas de seguir adelante.
Un premio que impulsa, reconoce y acompaña
El Premio Eudeba 2025 vuelve a dejar en claro la importancia de valorar el esfuerzo académico, especialmente en estudiantes que enfrentan barreras económicas y personales para sostener su trayectoria. En un contexto donde las exigencias son altas y los recursos muchas veces escasos, este tipo de reconocimientos no solo visibilizan el mérito, sino que también acompañan emocional y simbólicamente. Para Patricio y Martina, representa un hito dentro de su camino universitario y un recordatorio de que estudiar en la UBA sigue siendo un privilegio que se honra con trabajo, compromiso y pasión por aprender.





