La celebración popular llenó de música y color el barrio, y obligó a reorganizar el tránsito durante todo el fin de semana

Como cada febrero, las calles de Villa Crespo se vistieron de fiesta con la llegada del Carnaval Porteño. Comparsas, vecinos y turistas coparon las veredas y calzadas, mientras las murgas desfilaban a puro bombo y platillo. Claro que la alegría también trajo consigo cortes de tránsito, desvíos de colectivos y una reconfiguración barrial que, como cada año, fue parte de la movida.

Los corsos, protagonistas de la vida barrial

El corso oficial de Villa Crespo se desplegó en las inmediaciones de Gurruchaga y Castillo, epicentro de las celebraciones. Las murgas “Los Descarrilados de Chacarita” y “Los Calaveras de Villa Crespo” encabezaron el desfile con trajes coloridos y sus tradicionales estandartes.

Vecinos, visitantes y curiosos se acercaron desde temprano para disfrutar del espectáculo. Los comercios de la zona aprovecharon la ocasión para ofrecer promociones y sacar mesas a la vereda, sumándose al clima festivo que reinó durante el fin de semana.

Las actividades incluyeron shows en vivo, talleres para chicos y puestos de comidas rápidas. Todo bajo un operativo de seguridad y limpieza coordinado por la Comuna 15 y el Gobierno de la Ciudad.

Cortes, desvíos y un barrio que se adapta

Para garantizar la seguridad del evento, las calles aledañas al corso fueron cerradas al tránsito desde las 16 h hasta la medianoche. Las arterias afectadas incluyeron Gurruchaga entre Castillo y Vera, además de cortes parciales en Cabrera, Corrientes y Thames.

Los colectivos de las líneas 19, 24 y 42 modificaron sus recorridos, lo que generó algunos enojos pero también gestos de buena onda de los choferes que explicaban las alternativas a los pasajeros. Los vecinos, por su parte, se organizaron para entrar y salir de sus casas, y hasta algunos estacionaron sus autos en calles cercanas para no quedar “encerrados” por las vallas.

“Sabemos que es por la fiesta y es una vez al año, así que lo tomamos como parte del folklore del barrio”, dijo Jorge, vecino de la zona, mientras acompañaba a su hija disfrazada al corso.

Una tradición que une al barrio

El Carnaval en Villa Crespo ya es una cita infaltable para muchos. Lejos de ser solo un desfile, el corso se transformó en un espacio de encuentro vecinal, donde la cultura popular y el espíritu barrial se sienten a flor de piel.

La Junta Comunal destacó la participación de los vecinos y aseguró que este tipo de eventos refuerzan la identidad barrial y la convivencia en el espacio público. Además, agradecieron el trabajo de las cooperativas de limpieza y los voluntarios que, al cierre del evento, dejaron las calles en perfecto estado.

Un barrio que celebra y se organiza

El Carnaval 2024 en Villa Crespo fue mucho más que una fiesta de murgas: fue la muestra de cómo un barrio puede disfrutar, compartir y organizarse frente a los cambios que trae un evento masivo. Con desvíos, música y alegría, las calles volvieron a ser escenario de una tradición que se renueva año a año.

 

Por Pablo L.