Docentes y estudiantes compartieron sus propias charlas TED-Ed, con una mirada crítica, reflexiva y colectiva sobre la educación
Una jornada para escuchar a quienes viven la escuela desde adentro
El miércoles 9 de octubre de 2024, más de 1.200 personas participaron en la Usina del Arte de un evento único: el cierre del programa Clubes TED-Ed Argentina en articulación con el Ministerio de Educación porteño.
Durante la jornada, docentes y estudiantes se subieron al escenario para compartir sus propias charlas TED, preparadas a lo largo del año como parte de una experiencia educativa que combina reflexión, creatividad y compromiso.
El encuentro contó con la presencia de autoridades como Mercedes Miguel, ministra de Educación de la Ciudad, y Ariel Hache, director ejecutivo de TED-Ed Argentina, quienes dieron la bienvenida destacando el valor pedagógico del proyecto y su impacto en las aulas.
La escuela como espacio de voz, emoción y pensamiento crítico
Uno de los momentos más esperados fue la presentación de los protagonistas: Matías Moya (Escuela Técnica N°13), Ailín Davico (ECEA), Antonio Rua (Instituto San Marón) e Ilán Chaia (Escuela ORT), junto a los docentes Jonás Volman, Tatiana Garri, María Eugenia Álvarez Dorrego y Soledad Cardón.
Cada charla reflejó una mirada personal sobre temas que atraviesan la escuela, la sociedad y las emociones: desde la comunicación hasta la empatía, el pensamiento crítico y la búsqueda del propósito propio.
“La propuesta pedagógica tiene como gran objetivo que quienes participan desarrollen una mirada propia, apasionada y reflexiva sobre el mundo real”, expresó Mercedes Miguel.
Un proyecto que une escuelas, barrios y generaciones
El programa Clubes TED-Ed tuvo alcance en más de 170 escuelas de gestión estatal y privada de la Ciudad, con talleres que se desarrollaron a lo largo del año acompañando a estudiantes y docentes en el proceso de construcción de sus ideas.
Durante la jornada de cierre, vecinos, familias, docentes y jóvenes de distintos barrios se acercaron a escuchar los discursos preparados en comunidad. La emoción se sentía en cada aplauso y en cada palabra compartida desde el escenario.
No fue solo una muestra final: fue una celebración de lo que la escuela puede construir cuando da lugar al protagonismo de quienes la habitan cada día.
La Usina del Arte, un escenario para nuevas voces
El lugar elegido para este cierre fue la Usina del Arte, en La Boca, un espacio cultural que supo ser una central eléctrica y hoy se convirtió en símbolo de creatividad, diálogo y comunidad.
En ese entorno vibrante, con más de mil asistentes, la escuela se mostró como un espacio vivo de palabras, ideas y emociones compartidas.
Entre charlas y abrazos, se reafirmó algo simple pero esencial: la educación tiene sentido cuando conecta, cuando escucha y cuando transforma.
Una comunidad educativa que deja huella
La experiencia TED-Ed en las escuelas porteñas no termina en el escenario. Cada charla es el resultado de un camino colectivo, hecho de talleres, ensayo, escucha mutua y confianza.
Detrás de cada voz hay un equipo, una historia y una convicción: la escuela no solo enseña contenidos, sino que acompaña trayectorias, despierta vocaciones y construye ciudadanía.
Desde las aulas hasta la Usina, el mensaje fue claro: hay que seguir apostando por una educación activa, creativa y comprometida.





