Una cuarta etapa que acerca la historia educativa a todo el país

Preservar la memoria escolar desde la tecnología

En un rincón cargado de historia, el Museo de las Escuelas continúa su ambicioso proyecto de digitalización de cuadernos escolares. Una iniciativa que no solo cuida un patrimonio único, sino que además lo abre al acceso libre para cualquier persona interesada en conocer cómo se enseñaba y aprendía en décadas pasadas.

Este trabajo, que ya lleva varias etapas, nació con la idea de poner a disposición del público más de 1000 cuadernos de distintas épocas. No se trata de simples hojas escritas: son testimonios vivos de la educación argentina, con caligrafías, dibujos, ejercicios y anotaciones que hablan tanto del alumno como del contexto social y cultural de su tiempo.

Un trabajo que combina historia, archivo y tecnología

Para poder llevarlo adelante, el museo organizó un plan que combina reorganización física de la colección y digitalización profesional. Siguiendo criterios archivísticos y la experiencia acumulada en el manejo del fondo documental, cada cuaderno es tratado como una pieza única que merece ser preservada en las mejores condiciones.

El proyecto cuenta con la colaboración del Centro de Investigaciones en Arte y Patrimonio (CIAP), dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de San Martín. Este equipo interdisciplinario se encarga de la digitalización con tecnología especializada, garantizando que cada página quede registrada con fidelidad y calidad.

Mecenazgo e impulso cultural

En 2024, el museo presentó la cuarta etapa del proyecto al programa Mecenazgo – Impulso Cultural. La propuesta fue declarada de interés y recibió el apoyo de la Fundación Santander, lo que permitió asegurar el financiamiento para continuar con las tareas de preservación y acceso público.

En total, ya se digitalizaron 350 cuadernos que abarcan desde la década de 1890 hasta la de 1960. Cada uno de ellos es una ventana al pasado: desde prolijos trabajos de caligrafía hasta cuentas de aritmética hechas con lápiz, pasando por mapas pintados a mano o redacciones sobre la vida cotidiana.

“Estos cuadernos son mucho más que papeles viejos: son la memoria escrita de generaciones enteras”

Lo que viene en la cuarta etapa

En esta nueva fase, el desafío será digitalizar unos 8320 folios correspondientes a cuadernos de la década del 60. Un período clave para la educación argentina, marcado por cambios en los métodos de enseñanza, la incorporación de nuevos contenidos y el impacto de las transformaciones sociales de la época.

La meta es garantizar un acceso federal y abierto a todo el acervo. Esto significa que cualquier persona, desde cualquier punto del país (o del mundo), podrá consultar el material de manera gratuita a través de plataformas digitales. Una oportunidad invaluable para investigadores, docentes, estudiantes y curiosos de la historia.

Un patrimonio que se abre al futuro

El valor de este proyecto no se limita a la conservación física de los cuadernos. Su digitalización permite que el patrimonio escolar trascienda las paredes del museo y llegue a nuevas generaciones, despertando interés y conciencia sobre la importancia de cuidar nuestra historia educativa.

En un contexto donde la tecnología muchas veces desplaza al papel, estas iniciativas reivindican el valor de lo escrito a mano, la dedicación de docentes y alumnos, y el rol que la escuela tuvo —y sigue teniendo— en la construcción de nuestra identidad como sociedad.

Así, el Museo de las Escuelas reafirma su misión: preservar, investigar y difundir el patrimonio escolar argentino. Y lo hace combinando el cuidado artesanal de cada pieza con las herramientas digitales más modernas, para que esta memoria siga viva y accesible para todos.

 

Por Pablo L.