El Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat refuerza su operativo con nuevos vehículos para dar una respuesta más rápida y efectiva en toda la Ciudad

Una asistencia que no se detiene

La Ciudad incorporó motos y nuevas camionetas a la Red de Atención, el operativo que funciona las 24 horas, todos los días, para asistir a personas en situación de calle. Esta ampliación busca acortar los tiempos de llegada y dar una respuesta más ágil en cualquier punto de las comunas porteñas.

Las motos permiten un primer acercamiento más veloz a la emergencia, sobre todo en zonas con tránsito intenso, calles angostas o cortes. Esto facilita responder con rapidez al llamado de los vecinos y garantizar que la asistencia llegue en minutos, especialmente en situaciones de riesgo por frío extremo, inseguridad o problemas de salud.

Llegar antes para cuidar mejor

La calle no es un lugar para vivir y cada minuto cuenta. Cuanto antes podamos llegar, antes podemos asistir a quien está expuesto a temperaturas extremas, robos, soledad y marginalidad”, expresó el ministro de Desarrollo Humano y Hábitat, Gabriel Mraida. “En la calle uno no tiene intimidad, ni un baño, ni un lugar seguro. No podés armar un currículum para buscar trabajo, ni tratarte una adicción, ni mandar a tus hijos a la escuela. Llegar antes es clave no solo para quien está en la calle sino para la convivencia de todos los vecinos de la Ciudad”.

“Llegar antes es clave no solo para quien está en la calle sino para la convivencia de todos los vecinos”

El refuerzo del parque automotor incluye nuevas camionetas que se suman a más de 40 vehículos que ya recorren la Ciudad. Su función es facilitar el traslado de las personas desde la vía pública hacia los Centros de Inclusión Social, donde pueden encontrar un lugar seguro para dormir, alimentarse y recibir atención integral.

Una red con múltiples recursos

La Red de Atención trabaja con equipos interdisciplinarios formados por psicólogos, trabajadores sociales y operadores sociales. Cada intervención busca no solo ofrecer refugio inmediato, sino también abrir la puerta a soluciones más duraderas, que permitan salir de la calle de manera definitiva.

Cuando el equipo toma contacto con una persona en situación de calle, la primera propuesta es el traslado a uno de los 47 Centros de Inclusión Social de la Ciudad. Allí se les ofrece atención profesional, ducha, ropa limpia, comida caliente y una cama donde pasar la noche a resguardo.

Centros para cada necesidad

Estos espacios están segmentados según el perfil y la necesidad de cada persona: hay centros especializados en salud mental, para familias, para adultos mayores, para mujeres solas y para hombres solos. Este abordaje permite que la asistencia sea más efectiva y que cada persona reciba un tratamiento acorde a su situación.

En los Centros de Inclusión Social también se realiza seguimiento y acompañamiento profesional para abordar problemas de salud, adicciones o inserción laboral. El objetivo no es solo ofrecer un techo por una noche, sino dar herramientas para que puedan reconstruir su proyecto de vida.

Un llamado que salva vidas

La participación de los vecinos es clave para que el sistema funcione. Ante cualquier persona en situación de calle, la recomendación es llamar al 108, la línea gratuita que opera las 24 horas, todos los días del año. Un llamado puede ser la diferencia entre pasar otra noche en la intemperie o hacerlo en un lugar seguro.

Cada intervención es un trabajo coordinado: las motos y camionetas permiten llegar antes, pero el compromiso humano de los equipos de la Red es lo que marca la diferencia. Su tarea no solo es brindar asistencia material, sino también generar un vínculo de confianza con personas que muchas veces desconfían de la ayuda o han sufrido múltiples rechazos.

Compromiso con la dignidad

La incorporación de nuevos vehículos es un paso más en la estrategia de la Ciudad para garantizar que nadie esté condenado a vivir en la calle. Porque la asistencia no se trata solo de comida o abrigo: se trata de devolver dignidad, abrir oportunidades y construir una Ciudad más humana y solidaria.

En palabras del propio Mraida: “Cada minuto que ganamos en llegar es una oportunidad para cambiar una vida”. Y en ese espíritu, la Red de Atención sigue creciendo para que ningún vecino ni vecina quede olvidado en la intemperie.

Por Pablo L.