En la FAUBA, un proyecto combina ciencia y comunidad para proteger a estos polinizadores clave

Un Día Mundial con sentido barrial

Cada 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas y en nuestro barrio de Agronomía, la fecha tiene un valor especial gracias a un proyecto que busca acercar la biodiversidad a vecinos y estudiantes. Desde la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el botánico y docente Juan Pablo Torretta impulsa una propuesta que combina investigación, educación y amor por la naturaleza.

La iniciativa se desarrolla en los corredores biológicos del predio: parches de flora nativa que atraen insectos polinizadores como abejas, moscas de las flores, mariposas y hasta picaflores. Para que los visitantes puedan reconocerlos, se colocaron carteles con fotos y descripciones sencillas, invitando a descubrir el mundo diminuto que revolotea sobre las flores.

“La idea es que la gente pueda ver flores, visitantes florales y conocer algunos bichitos que van a esas flores”, explicó Torretta.

Refugios a medida: los hoteles para abejas

Uno de los atractivos más llamativos del proyecto son los llamados hoteles para abejas. Son estructuras de madera con orificios y cavidades que imitan refugios naturales, ideales para que estos insectos y otros artrópodos como avispas, escarabajos o arañas puedan anidar, descansar o resguardarse.

La mayoría de las especies de abejas silvestres construyen sus nidos en el suelo o aprovechan huecos ya existentes, como los que dejan otros insectos en la madera. Estos hoteles replican esas condiciones, ofreciendo un espacio seguro en un entorno cada vez más dominado por el cemento.

Más que miel: un mundo diverso y desconocido

Cuando pensamos en abejas, la mayoría imagina colmenas llenas de miel. Sin embargo, solo un pequeño grupo de especies vive en sociedades organizadas como la Apis mellifera. La gran mayoría son solitarias y tienen comportamientos muy variados: desde recolectoras pacientes hasta especies parásitas que dejan sus huevos en nidos ajenos para que sus crías se alimenten del polen recolectado por otra hembra.

Torretta explica que existen más de 20 mil especies de abejas en el mundo, con formas de vida muy distintas entre sí. Así como un bagre y una mojarrita son ambos peces, pero diferentes, pasa lo mismo con las abejas. Algunas no producen miel, pero cumplen un rol vital para los ecosistemas: alimentar a sus crías exclusivamente con polen, muchas veces combinado con néctar procesado.

Investigación y hallazgos en Agronomía

El proyecto no es solo educativo: también impulsa investigaciones científicas que suman datos inéditos sobre insectos en la Ciudad de Buenos Aires. Una tesis de licenciatura permitió identificar 65 especies de abejas en el Jardín Botánico de la Facultad, y se estima que en todo el predio hay cerca de 100.

Actualmente, el equipo acompaña otra tesis que estudia a los sírfidos, conocidos como “moscas de las flores”. Desde la primavera ya identificaron unas 25 especies, incluyendo registros nuevos para la Ciudad. Estos insectos, aunque menos famosos que las abejas, también son polinizadores muy importantes.

Un mensaje para toda la comunidad

El trabajo desarrollado en FAUBA busca generar conciencia sobre la importancia de proteger a los polinizadores. Sin ellos, gran parte de las plantas que producen nuestros alimentos no podrían reproducirse de manera natural, afectando no solo la biodiversidad, sino también la producción agrícola.

Para los vecinos que pasean por el predio o para los estudiantes que cruzan entre pabellones, estos hoteles para abejas y carteles informativos son una invitación a detenerse, observar y valorar la vida que nos rodea. Pequeños gestos como plantar flores nativas en balcones o jardines también pueden ayudar a estas especies.

En un mundo donde muchas veces pasamos de largo sin mirar, este proyecto nos recuerda que la naturaleza late fuerte incluso en el corazón de la ciudad. Y que protegerla es tarea de todos.

 

Por Pablo L.