El 21 de mayo de 2018, el tren San Martín dejó de llegar a Retiro. Desde ese día, la estación Villa del Parque se transformó en la cabecera provisoria de esta línea de ferrocarriles que trasladaba a 170 mil pasajeros por día. Hoy -con este servicio corto- 72.000 pasajeros abandonaron el tren y eligen otra manera de llegar a alguna de las 22 estaciones que tiene la línea. Y según las cifras oficiales, 30 mil pasajeros arribaban a Retiro todos los días; son los que también necesitan que el tren los vuelva a dejar en la cabecera, para recuperar sus tiempos y su rutina de viaje.
Desde el Ministerio de Transporte de la Nación aseguran que eso sucederá pronto: «Se van a habilitar los andenes para que los trenes lleguen a Retiro cuanto antes. Podría ser a mediados de julio. Se realizará una salida provisoria porque consideramos que lo más importante es que los trenes lleguen a la cabecera. El hall principal continuará en obra y para agosto deberían estar terminados todos los trabajos», explicaron a Agronomiaweb. Esta obra costará 200 millones de pesos y, según el ministerio, se encuentra con un avance del 85%.
Cuando faltan pocas semanas para que el tren llegue a esta estación, y al recorrer hoy las obras, se hace difícil imaginar que 4.000 personas -las que pueden llegar bajar de dos trenes que arriben al mismo tiempo en hora pico- puedan transitar por una zona que hoy parece dinamitada. En una recorrida por el lugar, Nahuel Pena, de Trenes Argentinos, aseguró que «la salida se hará de manera segura, hacia la calle Padre Mugica. Mientras tanto podemos seguir trabajando en los últimos detalles del hall. Entendemos que lo más importante es que la gente pueda llegar a Retiro».
La nueva estación mostrará un cambio importante, porque el hall principal tendrá su ingreso desde la calle Padre Mugica (no desde Ramos Mejía). Y en la esquina de Ramos Mejía y Padre Mugica, la Ciudad será la encargada de construir una plaza seca que anticipe el ingreso a la estación, con un concepto similar a lo que se hizo en la terminal ferroviaria de Constitución, en donde los espacios verdes están contenidos en canteros.
Sin embargo, la renovación de la estación buscó conservar el aspecto original: una estructura industrial, de hierro, chapa y madera que había sido construida en 1912. Era pintoresca, claro, pero había quedado totalmente obsoleta. Cuenta Pena que cuando comenzaron los trabajos de movimiento de tierra, se encontraron con mucho deterioro. «En más de 100 años la estación nunca había tenido un mantenimiento integral. Los cimientos y las bases estaban totalmente destruidas, carcomidas».
Existe un mito urbano en torno a esta estación: se dice que fue construida de manera provisoria, por eso distaba tanto de la grandilocuencia de las terminales monumentales del Mitre y del Belgrano Norte. Incluso, una versión cuenta que el barco en el que llegaban las partes del edificio definitivo, naufragó. Entonces, la estación pasó de provisoria a definitiva. Ahora, modernizado, lucirá un hall amplio, con boleterías, baños, oficinas y locales gastronómicos nuevos. Con la obra se logró ampliar la circulación, entonces los molinetes no quedarán pegados a las vías, como sucedía antes. En una primera etapa habrá cinco andenes semi cubiertos; en el futuro serán siete.
El tren dejó de llegar a Retiro debido a las obras que se están llevando a cabo en esa línea. Se trata de la construcción de un viaducto que correrá a 8 metros de altura y a lo largo de 5 kilómetros, entre las calles Honduras (en Palermo) y Garmendia (en La Paternal); así se liberará a la Ciudad de 11 barreras, las de Honduras, Gorriti, Cabrera, Niceto Vega, Córdoba, Loyola, Ramírez de Velasco, Corrientes, Girardot, Jorge Newbery y Garmendia.
Según la información oficial, los trabajos están avanzados y las vías ya fueron colocadas. Lo que sigue es continuar con las pruebas de rodaje antes de la inauguración, que aún no tiene fecha confirmada.