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El Gobierno, los gremios y las empresas acordaron flexibilizar “muy poco” la cuarentena

El Gobierno y la mesa intersectorial del trabajo, conformada por los gremios y las empresas, acordaron este martes que la salida de la cuarentena por el coronavirus será «gradual y escalonada» y que, en línea con lo que había planteado el presidente Alberto Fernández​ este lunes, serán «muy pocas» las actividades que se flexibilizarán e incorporarán como servicios esenciales.

Fue el saldo de la reunión en Casa Rosada que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; encabezó con los principales referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la Confederación General del Trabajo (CGT) para analizar los pasos a seguir a partir del 13 de abril, cuando en principio vencería la primera prórroga de la cuarentena dispuesta por el jefe de Estado. Aunque todo indica que, más allá de las excepciones que se incorporen, la cuarentena continuará.

«La prioridad (del Gobierno) va a ser la opinión de los expertos para cuidar la salud de los argentinos», reafirmó Cafiero al abrir la reunión, según reconstruyó este diario, horas después de que el Presidente bajara las expectativas de muchos sectores que presionan para que se levante la cuarentena.

Según un comunicado de Jefatura de Gabinete, en el encuentro que se prolongó por más de tres horas en el Salón Eva Perón, Cafiero planteó la intención del Gobierno de “reactivar de a poco” las actividades, “con sentido estratégico y con cambios culturales y sanitarios personales”.

Cafiero y su vice Cecilia Todesca estuvieron acompañados por un equipo de especialistas médicos, que ante la llegada más tarde de Ginés González García, por una recorrida en el Instituto Malbrán, fueron liderados por la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti; y el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa. También desembarcaron ministros de las distintas áreas involucradas: Matías Kulfas (Desarrollo Productivo); Claudio Moroni (Trabajo); Mario Meoni (Transporte); y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.

Por la CGT, estuvieron presentes Héctor Daer, de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad; Carlos Acuña, del Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio; Gerardo Martínez, de la UOCRA; el estatal de UPCN Andrés Rodríguez; Víctor Santa María, de los porteros; y Antonio Caló, de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

Desde la UIA, asistieron su presidente Miguel Acevedo; el vice, Daniel Funes de Rioja; y Diego Coatz, economista jefe. Y por la Cámara de Comercia, su titular Jorge Di Fiore y el vicepresidente, Eduardo Eurnekian.

Puertas adentro de la reunión, hubo distintos interlocutores, hubo unanimidad de que se reactivarán los sectores en los que la autoridad sanitaria garantice que no se corren riesgos.

A propósito de eso, en el cierre de la cumbre, Daer asentó la postura de los gremios: «Tiene que quedar en claro una cosa, que el lunes seguimos en cuarentena«, indicó, al señalar que el grueso de los sectores se mantendrán cerrados y que sólo se sumarán excepciones a la actual lista.

En cuanto a la hoja de ruta, detalló: «De acá al día lunes vamos a ir elaborando formas, sectores, actividades generales y regionales para empezar de alguna manera a volver a tener actividad, sobre todo en tema industria, y en tema construcción«.

Más allá de Daer, en los gremios hay conciencia generalizada del «temor» que sienten los trabajadores ante la posibilidad de contagiarse.

Por eso, los gremios pidieron, como planteó Daer, medidas de prevención a imponer no sólo en “el lugar de trabajo”, sino también en “la llegada de los trabajadores y trabajadoras a esos lugares». «La preocupación mayor es no aglutinar gente en los transportes públicos. Esto también generará un dosificación, un cambio cultural que tiene que ver con distintos horarios”, advirtió.

En efecto, la idea es articular un plan de manera tal descomprimir las ‘horas pico», con apertura segmentada de comercios, que los bancos operen con turno previo y fábricas con personal reducido.

Ahí surgió una disyuntiva. Sucede que en cuanto a los obreros que se desempeñan en parques industriales se da por hecho que las empresas garantizarán el transporte para evitar contagios; pero la gran preocupación gira en torno a los trabajadores de empresas ubicadas en los centros urbanos y deben recurrir al transporte público. «El riesgo de contagio es alto», argumentaron desde Salud.

Aunque recién el fin de semana Alberto F. recibirá el análisis completo del efecto del aislamiento en la curva, a su turno Vizzotti destacó que la cuarentena está «dando resultados» y que «abrirla significa correr el riesgo de que explote esa famosa curva» de contagios. Y recordó lo que sucedió en otros países, que subestimaron la situación y abrieron la actividad indiscriminadamente; y luego «tuvieron que hacer una cuarentena más dura y drástica».

González García pidió tener en cuenta «el esfuerzo» que hizo la sociedad. «Abrir todo para tratar de pelearle al déficit (económico) no te garantiza no tener un problema más grande en diez días», ante la eventualidad de un rebrote, alertó.

En esa línea, tras escuchar a los especialistas en Salud; el propio Acevedo admitió que la salida de la cuarentena «posiblemente va a ser más paulatina de lo que nosotros estábamos pensando”.

El titular de la UIA aseguró que fue una “reunión muy productiva”, pero dio por hecho que la apertura de actividades será acotada. “No es que el día lunes vamos a abrir las puertas de nuestros domicilios y vamos a salir a las calles», aclaró.

Convencido por los médicos, Acevedo no dudó: “Se tiene que evitar a toda costa lo que pasó en otros países y que tengamos un pico muy alto de contagios por salir indiscriminadamente. Esto es lo que estamos preparando”, contó.

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