El triunvirato que conduce la CGT destacó los alcances de la medida de fuerza. Sin embargo, en el ámbito oficial aseguraron que con subtes y colectivos la gente hubiese ido a trabajar.
La conducción de la CGT reivindicó este martes el cuarto paro general que le hizo al gobierno de Mauricio Macri, al calificar de “contundente” a la medida de fuerza, mientras desde el Poder Ejecutivo advirtieron que si hubiese funcionado el transporte público “la mayor parte de la población estaría trabajando”.
El paro se desarrollaba desde los primeros minutos de este martes, sostenido principalmente por la adhesión de los gremios del transporte público, tanto en la Capital, el conurbano y las principales ciudades del país y contó apenas con escasas manifestaciones callejeras y piquetes en algunas provincias.
A modo de portavoz del pensamiento oficial sobre los alcances del paro, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, aseguró en Bariloche que el paro de la CGT de hoy no habría tenido repercusión “si hubiesen estado funcionando los servicios de colectivos”.
“Si hubiera servicio público de transporte la mayor parte de la población estaría hoy trabajando.
Flybondi está funcionando y sus operarios y los pasajeros se las arreglaron para trabajar y viajar. Todos se las arreglaron para ir”, indicó el ministro.
En tono conciliador, el jefe de la UTA, Roberto Fernández, aseguró que la medida de fuerza de hoy “es fuerte, con el servicio de transportes paralizado en todo el país”, aunque aclaró al mismo tiempo que “para los trabajadores hacer un paro es sufrir, no es un partido de fútbol”; al mismo tiempo pidió al Gobierno una “gran concertación”.
En tanto, en el microcentro y en distintos barrios porteños, el paro se sintió en forma atenuada, dado que pese a la ausencia de los colectivos en el tránsito, a primera hora de hoy abrieron con normalidad la mayoría de los negocios, bares, restaurantes, las cadenas de grandes farmacias y hasta los supermercados.
Así, los estacionamientos de las avenidas Corrientes o Córdoba entre el microcentro y Recoleta estaban repletos antes de las 10, con cola de espera en la calle, mientras en algunas zonas los vehículos se detenían en doble fila para el descenso de pasajeros.
Lo mismo ocurrió en la mayoría de las provincias, donde la falta de transporte público provocó los mayores -y previsibles- trastornos en la actividad habitual.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió temprano que la decisión del gobierno nacional era que “no haya cortes”, algo que en buena medida se cumplió ante la escasa incidencia de sectores de izquierda, que sólo perturbaron el tránsito en el Puente Pueyrredón en horas de la mañana.
El triunvirato de la CGT aseguró, en una conferencia de prensa, que el paro fue “contundente” y le advirtió al Gobierno que si no tiene “plan B, tampoco habrá tregua” en la protesta.
“Se ha expresado hoy en forma contundente, a lo largo y a lo ancho del país, nuestro profundo rechazo a este programa económico. El plan económico ha fracasado”, aseguró Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato.
Y, añadió: “Desde acá, con total humildad, con el respeto por las instituciones, por el valor del sistema democrático, le decimos al Gobierno que si no hay plan B, tampoco va a haber tregua con el movimiento sindical argentino”.
Un rato antes, en un escenario antagónico al de la CGT, el camionero Hugo Moyano consideró que “el pueblo está diciendo basta”, al evaluar el impacto del paro general en una conferencia de prensa en la sede de Camioneros, acompañado por gremialistas que integran el Frente Sindical.
Para el Frente Sindical, integrado por Camioneros, la Corriente Federal de la CGT, Smata y la CTA, el paro general fue “total” y pidieron al Gobierno que “escuche al pueblo”, al mismo tiempo que advirtieron que “si no hay respuestas, habrá una intensificación del plan de lucha”.
El secretario de Trabajo, Jorge Triaca, rechazó la huelga general y agradeció “a los argentinos que entienden que el país sólo va a salir trabajando y no haciendo paro”.
La ausencia del transporte público era casi total en la mayor parte del país, dado que no funcionaron colectivos, trenes, subtes ni aviones, por lo que en varias ciudades se observaba una gran circulación de autos particulares, taxis y remises.
Para facilitar la concurrencia a los trabajos, los gobiernos porteño y bonaerense, liberaron por hoy el pago de peajes y estacionamiento.