La hora pico “real” de la mañana en el Conurbano arranca más temprano que en el resto de la Argentina. Aún en la pandemia del coronavirus. Muchas de las personas que viven de este lado de la General Paz suelen repetir frases como “me levanto a las 4 (o las 5 o las 6) para entrar al laburo en Capital”. A esas horas, el transporte público les pertenece: se respeta el distanciamiento social y solo se viaja sentado. Pero son pasadas las 9 de la mañana en tierra bonaerense, la hora pico está al rojo vivo y en cada asiento de esos trenes y colectivos se mantiene en clima de “tranquilidad”.
Desde este viernes por la mañana, las autoridades prometieron una vez más endurecer los controles para que en el transporte público viajen solo los trabajadores de rubros esenciales. El área metropolitana concentra el 95% de los casos de Covid-19. Y por eso la vuelta a la fase 1 en cuanto a la circulación y los permisos para hacerlo.
A diferencia de lo que venía pasando hacía semanas y despertó la preocupación del Gobierno, este viernes asombra la baja en la cantidad de pasajeros que se trasladan de la Provincia a la Ciudad de Buenos Aires. La imagen se repite en la Capital, sobre todo en la Estación Once.
El control -que ahora promete ser intensivo- para que sólo los trabajadores de las actividades declaradas esenciales puedan usarlo, incluye policías y gendarmes en las cabeceras de los trenes.
Dos horas antes de que se cumplan las cero de este viernes, Juan José Méndez, secretario de Transporte de la Ciudad, había dado detalles de lo que constató en un recorrido de un lado y el otro de la General Paz.
“El Gobierno nacional no solo comprometió a la Policía Federal, sino a la Gendarmería para fiscalizar en 69 estaciones de la red de trenes metropolitanos. Será en el conurbano a la mañana y en las cabeceras de la Ciudad a la tarde”, dijo Méndez.
En la Estación Once, por la entrada de Pueyrredón, a las 9.40 se veía una corta fila de pasajeros que no llegaba al exterior. Frente a ellos y con cintas de “cuidado” que oficiaban de cerrojo, cuatro efectivos de la policía Federal, con pecheras naranjas y máscaras, controlaban los permisos. Ese era el primer obstáculo. Antes de subir al tren y al salir, frente a los molinetes, más de siete efectivos hacían lo mismo.
“No los escaneamos a todos (en la app Cuidar). Imagínate que tardaríamos mucho y la gente empieza a romper todo. Ya lo vivimos los primeros días de cuarentena. Si nos muestran documento y permiso que dice ‘esencial’, pasan”, cuenta uno de los policías.
El operativo en la Estación de Once es similar al que se hace en Retiro y Constitución y arrancó con el primer tren. A las 5 de la mañana. Las formaciones llegan cada 7 minutos y se va rotando a los policías por los dos ingresos.
“Es evidente que viaja menos gente. Estamos en hora pico y esto ayer estaba explotado. Hay que ver qué pasa al regreso. Seguro hay menos gente también porque saben que estamos controlando”, aseguró uno de los jefes de la división Sarmiento de la Policía Federal.
Antes de las 10, ya se habían realizado 10 actas a pasajeros que viajaron desde provincia a la Ciudad en el Sarmiento sin ser esenciales.
“Les pedimos que vuelvan a sus domicilios. No los escoltamos. Pero desde ayer (por este jueves) también se le realiza él Acta de Comprobación de Falta (Ley 415)”, detalló el oficial. “Varios me dijeron hoy que venían por controles médicos a Capital y no renovaron el permiso. Pero tienen que sacar el permiso de Fuerza Mayor, que está entre las excepciones y permite viajar en transporte público”, detalló otro oficial.
Tras en anuncio de la nueva medida, que hizo el presidente Alberto Fernández el miércoles por la noche, el ministro de Transporte, Mario Meoni aclaró que los trabajadores de rubros esenciales con permisos vigentes no debían renovarlos. Pero sí deben hacerlo los exceptuados, que son aquellos que solicitan pases para moverse por un día por cuestiones temporales como turnos médicos o asistencia eventual a adultos mayores o niños. Igual, muchos todavía expresaban alguna confusión este viernes a la mañana.
“Anoche me acosté re tarde, con el DNI al lado, esperando que sean las doce y ver si mi permiso en la app Cuidar decía ‘vigente’ o ‘vencido’. No entendí mucho antes, la verdad, y me confundían en los grupos de WhatsApp. Si lo tenía que sacar de nuevo o no. Si otros, los no esenciales, eran los que lo tenían que volver a tramitar”, le cuenta Verónica en la estación Ramos Mejía del tren Sarmiento. Ahí no había ningún control. Esenciales y no esenciales podían pasar por los molinetes sin filtro. El escenario se repite en otras líneas. Los controles se ven sobre todo en estaciones con centro de trasbordo y cabeceras, pero están ausentes en otras.
Verónica trabaja en Flores, en un local mayorista de artículos de limpieza. “Ya ves que muchos andaban como yo porque está re tranquilo esto, si no el vagón está lleno de gente a las 9.30 de la mañana”, agrega. Su permiso no se cayó a la medianoche.
Quienes no son “esenciales” y ya habían descargado la app recibieron un mensaje que les informó la caducidad de la autorización. Al volver a ingresar tendrán los pasos a seguir para reempadronarse.
En cuanto al control en colectivos, al ser más dispares la concentraciones de pasajeros por la cantidad de paradas en los nodos más activos, como Once y Constitución, la estrategia de los agentes de tránsito porteño es chequear permisos antes de que se ascienda. En algunos accesos, como el Puente Pueyrredón, también se hacen controles sobre las unidades con efectivos de la Policía de la Ciudad.
En el Metrobus de Palermo, en Plaza Italia, una de las agentes explica por qué no suben. “Sólo subimos a los colectivos si tenemos un policía de la Ciudad con nosotros. Podemos subir pero la situación se puede poner complicada si hay pajeros que no deben estar ahí y todo al final sería más riesgoso y demoraríamos a todos los que están yendo al trabajo o volviendo a casa”, dice.
Hay 24 actividades esenciales que no necesitan retramitarlo. Además del personal de Salud y Fuerzas de seguridad, tampoco deben renovarlo quienes trabajen en la asistencia de personas con discapacidad o adultos mayores; quienes trabajen en la industria de la alimentación (desde operarios de fábricas hasta deliverys y cocineros); tampoco quienes lo hagan en el rubro e higiene personal y limpieza; fumigación; en veterinarias; o en medios de comunicación, entre otros.
Los agentes de tránsito y policía de la Ciudad verifican los permisos en 17 estaciones de subte, sobre todo las que están en centros de trasbordo como Constitución, Retiro y Once. “Sin permiso no se puede acceder al subte”, dice una agente en la estación.
Según cifras difundidas este viernes por la mañana por el Gobierno porteño, en el subte están viajando 60 mil personas diariamente, 1% menos si se lo compara con la semana pasada y representa sólo el 6% del volumen habitual.
En trenes se registran más de 150 mil viajes por día, un descenso del 2% respecto a la semana pasada y 86% menos que antes de iniciado el aislamiento social.
En colectivos, que realizan el 80 % de los viajes que se hacen en transporte público, se están trasladando 2.363.000 pasajeros por día, que significa una caída de 4% con respecto a la semana pasada. Es el 33% de la gente que se transportaba un día habitual antes del aislamiento social.
El Ministerio de Salud de la Nación informó este jueves por la noche 1.958 nuevos casos y 35 muertes por coronavirus. Se trata de la cifra diaria de contagios más alta desde el inicio de la pandemia. En apenas 24 horas hubo un salto de 565 infectados. Además se igualó el récord de fallecidos en una jornada, registrado el miércoles.