La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) lanzará próximamente una nueva moratoria previsional destinada a quienes no reúnan los 30 años de aportes que exige la actual ley.
Si bien hace algunas semanas la titular del organismo, María Fernanda Raverta, había admitido que estaba “en estudio” una medida de esas característica. Esta semana habrá una primera reunión para definir el alcance y las características de la moratoria.
Estudios recientes señalan que por el mayor desempleo y la creciente informalidad, 1 de cada 10 mujeres y 2 de cada 10 varones que les falta unos 5 años para cumplir la edad jubilatoria, por lo que no podrán acceder al beneficio por la falta de aportes.
Días atrás, en declaraciones, Raverta dijo que estaban “pensando desde el organismo en dar soluciones”. La funcionaria hizo referencia a la moratoria que rigió durante el kirchnerismo y apuntó que hay que lograr que “quienes tienen los requisitos para jubilarse fácilmente lo puedan hacer sin hacer un trámite. Pero, quienes no tengan esos requisitos y esas condiciones, el Estado les genere las condiciones para poder tener sus derechos. Porque los derechos son de los ciudadanos y el Estado está obligado”.
Actualmente, solo el 11,2% de las mujeres en edad jubilatoria -entre 55 y 59 años- cuentan con más de 20 años de aportes, según un informe de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía. Esto significa que al cumplir los 60 años, y si reúnen los 30 años aportes de aportes, solo una de cada 10 mujeres podrá jubilarse.
En el caso de los varones, que pueden jubilarse a los 65 años, esta relación es de dos cada 10.
Según el INDEC, las mujeres entre 55 y 59 años suman 1.095.777. De ese total, de acuerdo a los registros de la Seguridad Social nacional, 122.846 cuentan con más de 20 años de aportes y si continúan aportando en los próximos años podrían reunir los requisitos de edad (60 años) y años de aportes (30 años). Eso pasa porque, para jubilarse, las mujeres necesitan contar con 60 años y 30 años de servicios con aportes.
Sin embargo, por la alta informalidad, en especial entre las mujeres (caso Personal Doméstico, con 70% de empleo “en negro”) la moratoria 26.970 permite regularizar la falta de aportes desde los 18 años (cumplidos en 1977) hasta la fecha límite de regularización del 31 de diciembre de 2003.
Por ejemplo, una mujer de 60 años, que nació en 1960 recién pudo empezar a tener aportes patronales en 1978, si es que empezó a trabajar en ese momento. Así hasta diciembre de 2003 podría completar por moratoria 25 o 26 años de aportes, y necesitaría 4 o 5 años de aportes posteriores a 2003 para alcanzar los 30 años requeridos. Y aunque ahora comience a aportar como monotributista no llegará antes de 2022 – fecha en que vence esta moratoria- a reunir los 30 años de aportes.
En tanto, una mujer que cumpla 60 años en 2021, podría justificar 24 o 25 años por moratoria y necesitaría para jubilarse tener 5 o 6 años de aportes posteriores a 2003. Y un año más de aportes, si nació en 2022.
Por los altos niveles de desempleo y la alta informalidad entre las mujeres, son mayoría las que pueden tener aportes hechos hasta 2003, pero no después de esa fecha por las tareas domésticas propias o porque se agravó el desempleo.
En consecuencia, no pueden jubilarse recurriendo a la moratoria, aunque cuenten con 15, 20 o 24 años de aportes anteriores a diciembre de 2003.
En el caso de los varones, pueden regularizar por moratoria aportes hasta septiembre de 1993 (ley 24.476) lo que torna más dificil a la jubilación mediante moratoria.
Para todos esos casos, desde 2016 se aprobó la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor) para los que con 65 años o más no pueden jubilarse por falta de aportes. En ese caso cobran un haber equivalente al 80% del haber mínimo (hoy $ 14.503), al margen de la cantidad de años que hayan aportado al sistema. Cobran lo mismo quien no aportó o el que cuenta con 5, 10 o 20 años de aportes. Actualmente, cobran la PUAM unas 170.000 personas y es una prestación que está en ascenso.