Vecinos, emprendedores y propuestas ecológicas se encontraron en una jornada a puro barrio y conciencia ambiental

Una plaza llena de vida y propuestas sustentables

El jueves 22 de febrero, la Plaza Padilla de Villa Crespo se transformó en un verdadero punto de encuentro para la comunidad barrial. La Feria Brilla Crespo Sustentable reunió a emprendedores locales, vecinos y proyectos ecológicos en una jornada donde el compromiso por el ambiente y la vida comunitaria fueron protagonistas.

Desde las primeras horas de la mañana, la feria se pobló de puestos de venta y espacios de intercambio. El objetivo fue claro: ofrecer productos saludables, frescos y elaborados en el barrio, sin intermediarios y con la garantía de conocer a quienes los producen. La propuesta buscó fomentar la economía circular, el comercio justo y la promoción del consumo responsable.

Productos naturales, sabores caseros y consumo consciente

Entre los puestos se destacaron las verduras orgánicas cosechadas en huertas familiares, conservas caseras, panificados integrales y cosmética natural hecha por productores locales. Cada stand era atendido por pequeños emprendedores y cooperativas del barrio, que ofrecían además charlas breves y degustaciones para acercar sus productos a los vecinos.

“Acá sabemos de dónde viene cada cosa y eso nos hace volver”, contó Luisa, vecina de Villa Crespo que asistió junto a sus hijos.

La propuesta no fue solo comercial. Los organizadores apostaron a generar un espacio de encuentro real, donde se potencie el consumo consciente y el vínculo directo entre productores y consumidores. Los vecinos destacaron la posibilidad de llevarse a casa alimentos frescos y ecológicos, a precios justos y con el valor agregado de conocer la historia detrás de cada producto.

Trueque, talleres y actividades para toda la familia

Uno de los espacios más convocantes fue el sector de trueque. Vecinos de todas las edades se acercaron con ropa, libros, juguetes y objetos en buen estado para intercambiar por otros. La consigna era simple: dar lo que ya no usás y llevarte algo que necesites. Sin dinero de por medio, el trueque generó un clima distendido y de cooperación, donde más de uno se fue a casa con una nueva prenda o un libro para la biblioteca familiar.

Además, se ofrecieron talleres gratuitos de reciclaje, huerta urbana y compostaje, abiertos a todo público. Las familias aprendieron técnicas sencillas para hacer su propio compost casero o para iniciar una huerta en pequeños espacios. Los talleres de arte reciclado para chicos fueron un éxito: muchos se llevaron sus propias creaciones o las bolsas reutilizables que pintaron durante la jornada.

“Lo mejor fue ver a mis hijos intercambiar juguetes y aprender que todo puede tener una segunda vida”, expresó Julián, vecino de la cuadra.

Un cierre a puro barrio, arte y compromiso

El broche de oro llegó al atardecer con música en vivo, danzas y un micrófono abierto donde varios emprendedores pudieron contar sus historias. El espíritu barrial y colaborativo se respiró en cada rincón de la plaza. La feria fue organizada por vecinos autoconvocados, espacios culturales del barrio y contó con el respaldo de la Junta Comunal 15, que apoyó la logística y difusión.

Más que un evento comercial, Brilla Crespo Sustentable se consolidó como un espacio de fortalecimiento comunitario. Un lugar donde los vecinos se encuentran, se conocen y comparten algo más que productos: valores, experiencias y ganas de construir un barrio mejor.

Una feria que vuelve y crece

Por el éxito de esta primera edición, las autoridades comunales anunciaron nuevas jornadas para marzo y abril, con la idea de llevar la feria a otras plazas de la Comuna 15. El objetivo es que esta iniciativa barrial siga creciendo, multiplicando el espíritu de encuentro y la conciencia ecológica.

Porque cuando el barrio se junta, las ideas florecen y las propuestas sustentables encuentran su lugar.

Por Pablo L.