Hasta el 15 de marzo de 2025 podés recorrer un circuito escultórico al aire libre que fusiona arte contemporáneo y naturaleza en pleno centro porteño
Un paseo que conecta sentidos, formas y paisaje
En pleno microcentro, sobre la calle Suipacha 1422, se esconde uno de los rincones más mágicos de la Ciudad: los jardines del Palacio Noel, sede del Museo Fernández Blanco. Y hasta el 15 de marzo de 2025, ese espacio verde se transforma en una galería a cielo abierto con obras de escultores contemporáneos.
El circuito escultórico se organiza en conjunto con el Museo de Esculturas Luis Perlotti y propone una experiencia artística distinta: una muestra para caminar, tocar, observar y sentir, en diálogo permanente con la naturaleza que la rodea.
Las piezas fueron seleccionadas por un equipo curatorial integrado por Darío Klehr, Silvina Amighini, Camila Irarrázaval y María José Pérez, quien además escribió el texto curatorial. La propuesta invita a dejarse llevar por los caminos del jardín y descubrir el arte escondido entre los árboles.
Una experiencia para ver y tocar
Lejos del formato tradicional de museo con vitrinas o salas cerradas, este proyecto apuesta a una conexión más directa y sensorial. Las esculturas no solo están pensadas para ser observadas, sino también para ser exploradas con las manos, permitiendo una relación más íntima entre el espectador y la obra.
Esa dualidad visual-táctil amplía el acceso a la muestra, haciendo que personas con discapacidad visual o con otras formas de percibir el mundo puedan también disfrutar del arte. Cada forma, textura y material dialoga con el entorno y con quien se detiene a interactuar.
La muestra no impone un recorrido fijo. Se puede pasear libremente, sentarse en el pasto, rodear las obras desde distintos ángulos y tomarse el tiempo necesario para descubrir lo que cada pieza propone.
“Aquí el arte no está encerrado: vive entre la sombra de los árboles y el canto de los pájaros”, expresó una visitante emocionada durante la apertura del circuito.
Arte contemporáneo con compromiso ambiental y social
La selección de obras busca interpelar al público en su relación con el entorno natural. Muchas de las esculturas proponen reflexionar sobre el vínculo entre humanidad y ambiente, explorando materiales, formas orgánicas y paisajes internos.
Desde figuras abstractas hasta representaciones simbólicas, el circuito ofrece una paleta diversa de lenguajes plásticos. Cada artista aporta su mirada, pero todos comparten un mismo deseo: que el arte sea punto de encuentro y no barrera.
El espacio también se abre a escuelas, grupos culturales y familias que quieran descubrir el museo desde otro lugar. Es un plan ideal para quienes buscan algo distinto en pleno centro porteño, lejos del ruido pero cerca de la sensibilidad y la creación.
Con entrada libre y gratuita, los jardines del Palacio Noel ofrecen no solo un refugio del ritmo urbano, sino también una oportunidad única para ver cómo el arte se funde con el entorno y se vuelve más humano, más cotidiano, más nuestro.