En el Día Nacional del Tango, vecinos y turistas pueden revivir la historia de Gardel recorriendo los lugares que marcaron su vida artística y personal
Un homenaje que revive la historia del tango
Cada 11 de diciembre se celebra el Día Nacional del Tango, fecha que recuerda el nacimiento de dos íconos del género: Carlos Gardel y el violinista y compositor Julio de Caro. Este año, el programa Conociendo BA sumó a su galería digital un recorrido especial que invita a caminar por los rincones porteños que formaron parte de la vida del “zorzal criollo”.
El flamante Circuito Carlos Gardel forma parte de la sección “Personalidades destacadas” de Conociendo BA Digital, que ya incluye recorridos dedicados a Tita Merello, María Elena Walsh y Benito Quinquela Martín. La propuesta es gratuita y accesible desde cualquier dispositivo con internet.
Más que un homenaje, el circuito busca conectar la historia de Gardel con la identidad barrial, recuperando espacios que todavía guardan su huella y que hoy forman parte del patrimonio cultural de la Ciudad.
Un recorrido con aroma a tango
El paseo arranca en el histórico Mercado del Abasto, corazón de la zona donde Gardel dio sus primeros pasos. Allí, entre Balvanera y Almagro, se encuentra el famoso “Chanta Cuatro”, un restaurante donde el joven cantor solía reunirse con amigos para improvisar tangos y milongas.
Muy cerca está la Casa Museo Carlos Gardel, la vivienda que compró para su madre y donde vivió parte de su vida. Hoy funciona como un espacio cultural que conserva objetos, fotografías y testimonios sobre su carrera artística.
La zona está plagada de homenajes: murales, placas y un pasaje con su nombre. Sobre la calle Guardia Vieja se encuentra el Pasaje Carlos Gardel, que guarda una escultura del artista inaugurada en el año 2000, la primera en su honor dentro de la Ciudad.
Entre cafés y guitarras
Gardel también fue habitué de varios cafés notables que siguen en pie. El Café de los Angelitos, en Rivadavia y Rincón, fue testigo de sus primeras presentaciones junto a José Razzano, con quien formó un dúo que lo llevó a recorrer escenarios de Sudamérica y Europa.
Otro de sus refugios era el Café Tortoni, donde, dicen, siempre lo esperaba su mesa reservada en el costado derecho del salón. Hoy el lugar conserva esculturas y recuerdos que lo mantienen presente entre tangos, tertulias y turistas curiosos.
“Gardel es Buenos Aires y Buenos Aires es Gardel. Caminar estos lugares es sentir que su voz todavía suena en cada esquina”, comentan los guías de Conociendo BA.
Del Luna Park a la eternidad
El 24 de junio de 1935, Gardel falleció en un accidente aéreo en Medellín. Sus restos fueron velados en el Luna Park, donde miles de personas lo despidieron en una de las manifestaciones de afecto popular más grandes que recuerde la Ciudad.
El cortejo fúnebre llegó hasta el Cementerio de la Chacarita, donde descansa en un mausoleo que todavía recibe visitas de fanáticos de todo el mundo. Flores, placas y guitarras adornan un lugar que se convirtió en un santuario tanguero.
Un circuito para recorrer y descubrir
Conociendo BA invita a explorar el Circuito Carlos Gardel en formato digital, con material audiovisual, fotos y relatos para descubrir la historia detrás de cada sitio. También se pueden coordinar visitas guiadas presenciales para grupos que quieran vivir la experiencia en persona.
El programa, que desde 2012 ha recibido a más de 431.000 visitantes, busca acercar la cultura porteña a vecinos y turistas, con recorridos que combinan historia, arte y vida cotidiana.
Así, entre el Abasto, cafés notables y homenajes en la vía pública, la figura de Gardel sigue viva, marcando el pulso de un tango que nunca deja de sonar en Buenos Aires.