La mítica pizzería porteña recibió un reconocimiento por su aporte a la gastronomía y su lugar en el corazón de los vecinos

Un clásico que sigue más vigente que nunca

En el marco de su 90° aniversario, la pizzería El Cuartito recibió un homenaje especial de la Ciudad de Buenos Aires por su trayectoria y aporte a la identidad gastronómica porteña. El reconocimiento fue entregado por el Subsecretario de Políticas Productivas, Juan Pablo Fernández Funes, y la Directora General de Desarrollo Gastronómico, Daniela Kalinscky, junto a Gustavo Levinson, de la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas de la República Argentina (APPyCE).

Ícono indiscutido de la cultura pizzera local, su nombre recuerda a la pequeña habitación donde comenzó todo, cuando el local era apenas un despacho de bebidas y porciones envueltas en papel, que se entregaban por una ventanita a los clientes de paso.

Del boca a boca a ser leyenda

En épocas sin redes sociales ni marketing digital, la fama de El Cuartito creció gracias al boca a boca de sus clientes. Cada porción compartida era una invitación a volver, y así se fue corriendo la voz por toda la Ciudad.

Ese respaldo popular fue el que impulsó su crecimiento hasta convertirse en uno de los templos de la pizza más queridos por los porteños. Con el tiempo, el pequeño cuartito se transformó en un amplio local, pero conservando intacto su espíritu barrial y la receta que enamoró a generaciones.

“Acá no solo se viene a comer pizza: se viene a vivir un pedazo de historia de Buenos Aires”

Un símbolo que trasciende el tiempo

Ubicada en Talcahuano 937, El Cuartito no solo sirve pizza: ofrece un viaje en el tiempo a través de sus paredes llenas de fotos, recortes y recuerdos que cuentan noventa años de pasión por la gastronomía y la amistad.

Hoy, con nueve décadas de historia, sigue siendo punto de encuentro para familias, amigos, artistas, turistas y vecinos que saben que allí los espera una porción generosa de sabor y tradición.

El homenaje entregado por la Ciudad no solo celebra una trayectoria ejemplar, sino que reafirma a El Cuartito como un emblema vivo de la cultura porteña, que seguirá marcando la historia pizzera por muchos años más.

Los vecinos lo cuentan con orgullo: entrar a El Cuartito es como volver a casa. El aroma a muzzarella recién salida del horno, las paredes empapeladas de recuerdos y el bullicio de las mesas repletas conforman un ritual que se repite día tras día.

Entre las especialidades más pedidas están la fugazzeta rellena, la napolitana con abundante tomate fresco y, por supuesto, la clásica de muzzarella que parece abrazar la historia misma de la Ciudad.

Los mozos, de trato cálido y memoria prodigiosa, conocen a muchos clientes por su nombre. Ese vínculo humano es parte del secreto que explica por qué, después de 90 años, El Cuartito sigue llenando sus mesas cada día.

Generaciones enteras aprendieron a comer pizza en este local. Muchos recuerdan que sus padres los llevaban de chicos y que hoy ellos mismos traen a sus hijos. La tradición se transmite como un legado familiar que no se negocia.

En un barrio que ha cambiado mucho con el paso del tiempo, El Cuartito se mantiene como un faro de identidad y pertenencia. No es solo un lugar para comer, es un símbolo de lo que significa ser porteño.

Por eso, este reconocimiento de la Ciudad no es un simple diploma: es un abrazo a una historia colectiva, un aplauso para todos los que, de una u otra manera, hicieron posible que El Cuartito llegue a sus 90 años más vivo que nunca.

Y como dicen los vecinos de siempre: El Cuartito no se explica, se vive. Basta con entrar, pedir una porción y dejarse llevar por esa magia que huele a pizza recién horneada y recuerdos compartidos.

Por Pablo L.