Parques, museos y rincones históricos porteños se convierten en escenarios únicos para celebrar el “sí” en un entorno especial

Lugares con encanto para decir “sí”

Este verano, el Registro Civil porteño sumó varios espacios icónicos para casamientos al aire libre. Entre ellos, el Parque de la Ciudad, el Rosedal de Palermo, la Glorieta de Belgrano y el Museo Fernández Blanco, todos con una combinación perfecta de naturaleza, arquitectura e historia. Son rincones que, además de ser parte de la identidad porteña, ofrecen un marco único para que cada boda tenga un recuerdo imborrable.

Lo más reciente es que parejas de la Comuna 8 ya vivieron su ceremonia en el Parque de la Ciudad, tras la reapertura del lugar como espacio oficial para casamientos. Hubo música, fotos en medio del verde y hasta parejas que llegaron en bicicleta o colectivos decorados para la ocasión. Las imágenes hablan por sí solas: felicidad pura en un entorno pensado para compartir con familiares y amigos.

De la historia al romance

El Rosedal, con sus senderos llenos de flores, es ideal para quienes buscan un casamiento rodeado de color y perfume natural. Allí, los novios se mezclan con turistas y vecinos que pasean, y cada ceremonia se transforma en un pequeño espectáculo barrial. Por su parte, la Glorieta de Belgrano suma el encanto de la música en vivo, un espacio muy elegido para fotos con tango o milonga de fondo.

El Museo Fernández Blanco ofrece un entorno más señorial, con arquitectura de época y jardines cuidados que transportan a otra Buenos Aires. Es perfecto para quienes sueñan con una boda con aire de cuento, pero sin perder el toque porteño. Y para los que prefieren la serenidad, el Jardín Japonés y la Chacra de los Remedios son postales vivientes de calma y armonía.

“El icónico Parque de la Ciudad volvió a recibir casamientos después de un evento inaugural con varias parejas de la Comuna 8”

Reservas, costos y gestión civil

Para acceder a esta experiencia, los interesados deben solicitar turno online con entre 30 y 45 días de anticipación. Los cupos son limitados y se asignan por orden de inscripción. Cada lugar tiene sus propios horarios: por ejemplo, el Rosedal funciona de 9 a 13 horas, mientras que el Parque de la Ciudad y el Museo Fernández Blanco reciben ceremonias de 10 a 14.

El costo del trámite es de $302.090 e incluye hasta cuatro testigos sin cargo. Por cada testigo extra se suman $13.170. Los novios deben presentar DNI vigente y tener domicilio en la Ciudad para formalizar la unión civil, aunque también se permite que parejas de otras provincias o del exterior puedan vivir esta experiencia con ciertos requisitos adicionales.

Una ceremonia con sello porteño

Más allá de la firma legal, muchas parejas aprovechan para sumar detalles que hagan aún más especial el momento: un cuarteto de cuerdas, un brindis con champagne bajo el sol o incluso intervenciones artísticas de amigos y familiares. Cada locación tiene su propio reglamento, pero todas apuntan a que la ceremonia sea personalizada y deje huella en los presentes.

En algunos casos, los casamientos al aire libre se transforman en verdaderas fiestas comunitarias. Vecinos curiosos se acercan a saludar, sacar fotos y hasta aplaudir a los recién casados, sumándose al clima festivo que generan estos eventos en espacios públicos.

La propuesta tiene un atractivo especial para quienes sueñan con algo distinto: decir “sí” en medio del verde, rodeados de historia y con el cielo porteño como testigo. Es una postal difícil de olvidar y una opción que cada vez más parejas están eligiendo por su frescura y encanto.

En definitiva, casarse en un parque o museo de la Ciudad es más que un trámite: es una experiencia que combina amor, tradición y el espíritu porteño en su máxima expresión. Una oportunidad para que el día más importante tenga un marco que lo haga verdaderamente único.

Por Pablo L.