El jueves 11 de septiembre, de 17 a 19, se llevó a cabo el lanzamiento del ciclo en Juramento 2527 con clase de cocina de la India, cata de especias y degustaciones.

Un encuentro para viajar con el paladar

El jueves 11 de septiembre el Mercado Belgrano fue punto de reunión para vecinos curiosos y amantes de la cocina, porque se presentó el ciclo “Sabores del Mundo” con una propuesta bien directa: conocer culturas a través de sus platos.

La iniciativa surgió desde BA Capital Gastronómica del Ministerio de Desarrollo Económico porteño y, en esta primera parada, la India fue la gran protagonista con una clase abierta y un recorrido por recetas tradicionales.

La actividad tuvo formato bien cercano: demostración paso a paso, charla simple y tiempo para preguntas, porque la idea fue aprender sin vueltas, mirando de cerca técnicas, condimentos y trucos de cocina.

Clase, degustaciones y un cierre con arte

El menú de aprendizaje incluyó la preparación de una tortilla india sin harina, liviana y sabrosa, ideal para sumar a la mesa cotidiana, y se explicó cómo combinar texturas sin perder sabor.

También hubo una pequeña introducción a la nutrición ayurvédica, que propone equilibrio entre sabores y energía del cuerpo a través de las especias y métodos de cocción cuidados.

La cata de especias fue una fiesta para el olfato: cardamomo, comino, cúrcuma, clavo, canela y mezclas masala pasaron por manos y narices de los asistentes, con tips para usarlas sin miedo.

Para coronar la tarde, se sirvió chai masala bien fragante, con su toque dulce y especiado, y la jornada cerró con un momento artístico que dejó el clima arriba y las cámaras listas para la selfie.

“La cocina es un puente sencillo y directo para conocer un país: entra por el gusto y se queda en la memoria”

La entrada fue libre y sin costo, con inscripción previa, un dato clave porque permitió organizar el cupo sin perder el espíritu abierto del mercado que recibe a quien llega con ganas de aprender.

La Embajada de la India co-organizó el encuentro y aportó contexto cultural, por eso cada plato vino acompañado de historias, costumbres y pequeñas anécdotas de cocina casera que sumaron color al aprendizaje.

Hubo familias, gente joven y vecinos mayores que buscaban ideas nuevas, y todos coincidieron en algo: el formato simple y barrial hizo que cualquiera pudiera animarse a probar ingredientes que tal vez nunca había usado.

Mercado en modo aula: paso a paso, sin apuros

La clase se planteó como una cocina a la vista, con utensilios comunes y productos fáciles de conseguir, porque la meta fue demostrar que la gastronomía india puede hacerse en casa sin gastar de más ni complicarse.

Entre una demostración y otra, se habló de cómo balancear picor y aroma para no tapar sabores, y de la importancia de tostar especias a fuego bajo para despertar su perfume.

También se compartieron consejos de compras en el propio mercado: qué elegir, cómo conservar y qué reemplazos funcionan cuando no se consigue un ingrediente puntual.

Los pasillos habituales de verdulerías, queserías y panaderías se transformaron en pasarela de sabores, y eso generó algo lindo: los puestos del mercado se integraron a la experiencia como aliados naturales del aprendizaje.

Aprender de cultura mientras se cocina

“Sabores del Mundo” no es solo una clase: es un viaje corto que mezcla costumbres, música, historias y un puñado de recetas prácticas que cualquiera puede replicar.

La propuesta invita a romper prejuicios: las especias no son sinónimo de comida picante; bien usadas, realzan y ordenan los sabores sin abrumar el plato ni el bolsillo.

Quedó claro que comer también es cultura: cada técnica guarda memoria y cada ingrediente trae un paisaje, como si el plato fuera un mapa sabroso que se lee con el tenedor.

Organización y detalles del encuentro

El lanzamiento se realizó de 17 a 19, en un horario pensado para llegar después del trabajo o la escuela sin correr, con tiempo para disfrutar y llevarse apuntes caseros.

La inscripción anticipada ayudó a ordenar el flujo de gente, y eso se notó en cada momento: hubo lugar para preguntar, caminar, oler y degustar sin amontonarse ni perder detalle.

El formato fue accesible en todo sentido: entrada gratuita, lenguaje claro y recetas sin ingredientes imposibles, para que el aprendizaje no quede solo en la foto de la tarde.

Lo que viene: un calendario para seguir

Desde la organización se adelantó que el ciclo continuará en los próximos meses en el Mercado Belgrano y en el Mercado San Nicolás, con nuevas escalas y sabores por descubrir.

Entre los países confirmados aparecen Hungría, Tailandia, Indonesia, Perú, Bulgaria y Sudáfrica, una variedad que promete platos intensos, técnicas distintas y combinaciones poco habituales.

La consigna seguirá siendo la misma: aprender cocinando, degustar para entender y charlar para compartir, con el mercado como escenario y los vecinos como protagonistas.

Por qué importa un ciclo así en el barrio

Actividades como esta acercan el mundo sin salir del barrio, y eso tiene valor concreto: fortalece el comercio local, activa la vida cultural y mejora el encuentro entre vecinos.

Además, invitan a comer mejor, probar nuevos ingredientes y cocinar con más conciencia, algo que se traduce en salud y en bolsillo cuando aprendemos a aprovechar todo.

En tiempos de agenda apretada, dos horas bien pensadas pueden cambiar la semana: te vas con una receta nueva, un aroma que no conocías y ganas de invitar a alguien a cenar.

Datos clave de esta edición

Día y horario: jueves 11 de septiembre, de 17 a 19, en el corazón de Belgrano.

Lugar: Mercado Belgrano, Juramento 2527, Ciudad de Buenos Aires.

Acceso: entrada libre y sin costo, con inscripción previa informada por la organización.

Contenido: clase de cocina india, nutrición ayurvédica, cata de especias, degustación de chai y cierre artístico.

Co-organiza: BA Capital Gastronómica junto a la Embajada de la India.

Así pasó el lanzamiento de “Sabores del Mundo” en el Mercado Belgrano: un rato de aprendizaje simple, sabores intensos y clima bien vecinal que dejó ganas de seguir la ruta gastronómica en las próximas paradas del ciclo.

 

Por Pablo L.