La Ciudad propone ajustes para preservar alturas, paisajes y costumbres de los barrios porteños
Menos altura, más armonía con el entorno
El Gobierno de la Ciudad anunció una serie de propuestas para modificar el actual Código Urbanístico con el objetivo de preservar la identidad barrial, limitar la altura de nuevas construcciones y respetar el perfil de cada zona.
El anuncio fue realizado por el jefe de Gobierno Jorge Macri, quien señaló que el Código vigente, sancionado en 2018, no logró reflejar fielmente la diversidad y las particularidades de cada barrio porteño.
Entre los cambios propuestos se destaca una reducción en la altura permitida para futuras construcciones en 30 barrios, especialmente aquellos de baja densidad y escala residencial, como Villa Ortúzar, Villa Pueyrredón, Liniers, Villa Devoto y Núñez.
“Queremos una Ciudad con identidad, donde el desarrollo no arrase con el pasado ni con la tranquilidad de nuestros barrios”, expresó Jorge Macri durante la presentación.
Un nuevo criterio: respetar la historia urbana
La nueva propuesta del Código se construye sobre la base de la participación vecinal, informes técnicos y relevamientos de campo. El objetivo es equilibrar desarrollo urbano con preservación barrial, frenando el avance de construcciones que rompen con la escala de cada zona.
También se busca restringir la apertura de nuevas torres en zonas de casas bajas, priorizando tipologías que mantengan la estética de la cuadra y respeten patios, veredas arboladas y retiros frontales.
Según explicó el equipo técnico del Ejecutivo, las modificaciones contemplan zonificaciones más específicas y menos genéricas, lo que permitirá adaptarse mejor a las características reales de cada manzana.
Una revisión con participación ciudadana
El nuevo plan urbano se está discutiendo con la Legislatura porteña y será sometido a instancias de consulta pública. Vecinos, comunas, arquitectos y especialistas podrán hacer aportes antes de su aprobación definitiva.
También se realizarán mesas barriales en distintas zonas de la Ciudad, para recoger inquietudes concretas y explicar cómo impactarían los cambios en cada área. La idea es abrir el proceso y no imponerlo desde una lógica centralizada.
Desde el Ejecutivo porteño señalaron que se trabajará en paralelo con la actualización del Código de Edificación, para evitar contradicciones normativas y lograr una Ciudad más coherente y sustentable.
Equilibrar crecimiento sin perder lo que nos hace únicos
Entre los barrios donde más impacto tendrá la medida se encuentran Villa del Parque, Villa Santa Rita, Villa Lugano, Saavedra, Monte Castro y Versalles. En muchos de ellos ya hay tensión vecinal por edificios que superan la altura de la mayoría de las viviendas.
Con estos cambios se buscará frenar ese fenómeno, sin detener el crecimiento ni la renovación urbana. La clave será encontrar un equilibrio entre lo nuevo y lo que hace único a cada barrio.
También se propondrá la creación de “áreas de tejido protegido”, donde el perfil urbano será más controlado y cada obra deberá adecuarse a los lineamientos patrimoniales definidos en conjunto con los vecinos.
Para Macri, la prioridad es clara: cuidar la identidad urbana sin bloquear el desarrollo. Y eso implica reglas más claras, mejor fiscalización y una planificación sensible al entorno real.