Se incorporarán 96 vagones con aire acondicionado para mejorar la experiencia diaria de más de 260 mil pasajeros

Un cambio que los usuarios venían esperando hace años

Después de años de reclamos por trenes viejos, sin aire y con ruidos que hacían temblar los vagones, la Línea B del subte porteño se prepara para un cambio fuerte: renovarán toda la flota con coches modernos y climatizados. La medida, anunciada por el Gobierno de la Ciudad, beneficiará a miles de vecinos que usan esta línea todos los días para ir a trabajar, estudiar o moverse por distintos puntos de la Capital.

En total, se incorporarán 96 vagones con aire acondicionado, de origen japonés. Ya se encuentran almacenados en el Taller Rancagua, y serán puestos en servicio una vez finalizadas las pruebas técnicas y de seguridad. La meta es que para mediados de 2025, toda la flota que hoy circula por la B esté completamente renovada.

Esta actualización se da en el marco de una política de modernización de la red de subterráneos, que incluye no solo nuevos coches, sino también mejoras en señalización, vías, sistemas eléctricos y talleres. Según informaron las autoridades, esto permitirá una operación más segura, eficiente y confortable.

La Línea B: la más usada, pero también la más postergada

Con casi 11 kilómetros de recorrido entre Juan Manuel de Rosas (Villa Urquiza) y Leandro N. Alem (Microcentro), la Línea B es la que más pasajeros transporta por kilómetro de toda la red. A pesar de eso, durante años fue una de las más criticadas por los usuarios.

Los trenes actuales, que fueron comprados de segunda mano al Metro de Madrid en 2013, presentaban problemas de ventilación, fallas técnicas frecuentes y una adaptación incompleta a las exigencias de la red local. Muchos todavía conservan carteles en castellano de España y una configuración interna poco cómoda para trayectos con alta demanda.

Con la nueva flota, se busca revertir esa situación y brindar un servicio más digno, especialmente en verano, cuando las temperaturas dentro de los coches se vuelven insoportables. El aire acondicionado, ausente hasta ahora en la mayoría de los trenes de la B, será una mejora clave para el bienestar de los pasajeros.

“Hace años que viajo en la B y siempre pensé que era una línea olvidada. Estos nuevos trenes van a hacer una diferencia enorme, sobre todo cuando empieza el calor”, opinó Martín, vecino de Villa Ortúzar.

Una inversión con impacto en toda la red

Los 96 vagones que se incorporan a la Línea B son parte de una compra que realizó SBASE (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado) en conjunto con otras mejoras en la infraestructura general de la red. Desde 2015 a la fecha, se invirtieron más de 160 millones de dólares en la incorporación de material rodante.

Los nuevos coches son marca Nagoya, modelo 5000, y fueron adaptados para funcionar con el sistema de alimentación eléctrica por tercer riel que tiene la Línea B. Además, cuentan con cámaras de seguridad, intercomunicadores y sistemas de frenado automáticos, lo que mejora la seguridad para conductores y pasajeros.

También se está trabajando en los talleres y en la capacitación del personal técnico y de conducción, para que toda la operación se ajuste a las nuevas exigencias de estos coches. Se trata de una transformación integral, que no se limita al “cambio de trenes”, sino que apunta a renovar todo el sistema.

En paralelo, continúan las obras de señalización con el sistema CBTC (Communications-Based Train Control), que permitirá una mayor frecuencia y reducción de intervalos entre formaciones. Una mejora que se espera ver reflejada cuando esté todo el nuevo equipamiento en funcionamiento.

Un paso adelante que todavía deja preguntas

Si bien la llegada de los trenes nuevos es una buena noticia, todavía quedan dudas sobre los tiempos de implementación y el impacto en los usuarios actuales. Por ahora, los vagones están almacenados en el taller, y aún no hay una fecha precisa de puesta en funcionamiento.

Vecinos y organizaciones de usuarios vienen pidiendo más claridad sobre las obras y los cronogramas. También reclaman que, junto con la renovación de la flota, se avancen mejoras en estaciones como Medrano, Carlos Gardel o Tronador, donde la infraestructura aún deja bastante que desear.

A pesar de eso, el anuncio representa un avance importante para una línea que históricamente fue muy usada pero poco cuidada. La renovación total de trenes no solo alivia el viaje diario, sino que marca una señal de que la Ciudad puede —cuando quiere— invertir en transporte público de calidad.

 

 

Por Pablo L.