La Ciudad organizó una jornada gratuita sobre cáncer de mama con controles, charlas y actividades junto al Riachuelo, reforzando el mensaje de prevención en una zona postergada
Una propuesta de salud y cercanía en el sur
El jueves 25 de julio, a orillas del Riachuelo, se llevó a cabo una jornada especial de concientización sobre el cáncer de mama dirigida a vecinas del sur porteño. Fue una propuesta impulsada por el Ministerio de Salud de la Ciudad, en articulación con organizaciones comunitarias, que buscó acercar herramientas de prevención y control en un espacio simbólico como el Paseo del Bajo Autopista.
Durante toda la tarde, se ofrecieron controles mamarios gratuitos, charlas informativas, talleres de autoexploración y asesoramiento profesional. El objetivo principal fue reforzar la idea de que detectar a tiempo salva vidas, y que la salud también se construye desde la cercanía territorial.
La jornada formó parte del ciclo “Salud en tu Barrio”, un programa que busca descentralizar la atención médica y llevarla a distintos rincones de la Ciudad, especialmente a zonas donde el acceso suele ser más difícil. En este caso, la ribera del Riachuelo fue elegida como punto de encuentro y reflexión.
Controles gratuitos y el valor de la prevención
Médicos y técnicas del sistema público realizaron controles mamarios a demanda, sin turno previo, y entregaron turnos para mamografías en hospitales cercanos. Muchas mujeres se acercaron por primera vez a realizarse un estudio, destacando la importancia de estas acciones en territorio.
Además de los controles, se brindaron talleres prácticos para aprender a realizar la autoexploración mamaria, reconocer síntomas y consultar a tiempo. Las actividades fueron acompañadas por material gráfico, juegos educativos y charlas personalizadas.
También hubo espacios de escucha y acompañamiento para pacientes en tratamiento o mujeres que atravesaron la enfermedad. El enfoque fue integral: salud física, contención emocional y empoderamiento comunitario.
“No siempre podemos llegar al hospital. Por eso es tan importante que vengan al barrio, que nos expliquen, que nos escuchen y nos cuiden”, dijo una vecina emocionada.
Un mensaje rosa entre el cemento y el agua
La postal no fue la habitual. Entre el gris del hormigón y las aguas del Riachuelo, los gazebos rosados, los lazos simbólicos y la calidez del equipo de salud dieron otro tono a la jornada. Una imagen potente, cargada de sentido, en un lugar que suele estar lejos de las grandes campañas.
La intervención también tuvo una mirada ambiental: se repartieron bolsas reutilizables, hubo puntos de reciclado y stands que invitaron a reflexionar sobre salud y medioambiente. Una salud integral, que entienda a la persona dentro de su entorno.
Las organizaciones barriales cumplieron un rol clave en la convocatoria, el armado del operativo y la traducción del mensaje en clave local. Gracias a su trabajo, muchas mujeres que nunca habían participado de una charla médica se animaron a acercarse.
Además, se realizaron intervenciones artísticas, con música en vivo, poesía y una muestra fotográfica sobre historias de vida, que conmovieron a los presentes. El arte, como canal de expresión, también dijo presente en esta jornada de salud.
Más salud, más presencia estatal en el barrio
El mensaje fue claro: la salud pública no puede quedarse en los hospitales. Tiene que salir, caminar, arremangarse y estar donde vive la gente. Y en esa línea, la jornada en el Riachuelo dejó una huella concreta y simbólica.
El cáncer de mama es la principal causa de muerte oncológica en mujeres en nuestro país. Sin embargo, si se detecta a tiempo, tiene más del 90% de probabilidades de curación. Por eso estas campañas son tan necesarias, sobre todo en los barrios donde la desigualdad pega más fuerte.
Desde el Ministerio de Salud de la Ciudad anunciaron que este tipo de jornadas continuarán durante el año en otras comunas y puntos estratégicos. El objetivo: acercar la salud, generar confianza y construir una red que abrace a cada vecina.
Porque prevenir no es solo hacer estudios. Es estar cerca, explicar sin miedo, mirar a los ojos y decir: “estamos acá para vos”.