Un recorrido por los caminos internos de la Facultad de Agronomía que homenajean a cada rincón del país

Un barrio dentro del barrio

En el corazón del barrio de Agronomía, la Facultad de Agronomía de la UBA no es solo un lugar de estudio y ciencia. Es también un espacio donde la geografía argentina se pasea a pie. Sus caminos internos llevan nombres de provincias, creando un pequeño mapa federal en miniatura dentro de la Ciudad de Buenos Aires.

Quien entra por la Avenida San Martín no imagina que, a pocos metros, se puede caminar por “Corrientes”, doblar por “Salta” o cruzar “Misiones” sin salir del predio. Cada calle es un guiño a la diversidad del país, un homenaje a las raíces y al vínculo entre la universidad y el interior.

Un guiño a la Argentina profunda

No hay carteles turísticos ni folletos que lo expliquen, pero los nombres no están puestos al azar. Son parte de una tradición de la FAUBA que busca reflejar la conexión histórica de la agronomía con todas las regiones productivas de la Argentina.

En estos caminos se cruzan estudiantes que vienen de todas partes: pampeanos, cuyanos, litoraleños, patagónicos y norteños. La tierra que estudian aquí es la misma que se trabaja en sus provincias, y el nombre de cada calle es un recordatorio de que el campo no tiene fronteras internas.

“Caminar por la FAUBA es como recorrer un país entero en pocas cuadras”, cuentan los alumnos.

Calles que son historia

Entre las calles internas más conocidas están “Corrientes”, “Misiones”, “Salta”, “Chaco”, “Tucumán” y “Mendoza”. Cada una atraviesa espacios verdes, laboratorios y pabellones donde se investiga y enseña sobre la producción agropecuaria.

Algunas, como “La Pampa” o “Buenos Aires”, son más transitadas porque conectan sectores clave. Otras, como “Jujuy” o “Río Negro”, invitan a pasear en silencio entre árboles centenarios. Es un urbanismo interno pensado para convivir con la naturaleza, sin perder la orientación que dan los nombres familiares para cualquier argentino.

Más que un detalle urbanístico

Puede parecer un simple detalle, pero nombrar calles con nombres de provincias es un gesto cargado de identidad. La FAUBA no es solo una facultad porteña: es un espacio formador de profesionales para todo el país, y este guiño geográfico lo deja en claro.

Así, un estudiante de Santiago del Estero puede cruzar a diario la calle “Santiago del Estero” camino a clase, o alguien de Neuquén puede decir con una sonrisa que vive en Buenos Aires pero sigue cruzando “Neuquén” todos los días. Es una forma sutil de mantener el vínculo con la tierra natal.

Un recorrido que vale la pena

Quienes visitan la FAUBA para pasear por sus espacios verdes o conocer el Museo de Máquinas Agrícolas muchas veces descubren por casualidad este detalle. Recorrer sus calles es como abrir un atlas de la Argentina y caminarlo en tamaño real, rodeado de naturaleza.

Y aunque no haya tránsito vehicular como en la ciudad, el movimiento de bicicletas, peatones y camionetas internas le da vida a este “barrio dentro del barrio”. Las calles con nombres de provincias son parte de la identidad oculta de la FAUBA, una postal que pocos conocen pero que vale la pena descubrir.

Un mapa federal que se estudia y se camina

En tiempos donde la educación y el campo necesitan unirse más que nunca, este pequeño mapa provincial dentro de la Facultad recuerda que la agronomía es una ciencia que se vive en todo el territorio. Desde la puna jujeña hasta la estepa patagónica, cada rincón tiene algo que aportar.

La FAUBA, con su toque silencioso y barrial, lo resume en algo tan simple como los nombres de sus calles. Porque caminar por Agronomía es, en el fondo, caminar por toda la Argentina.

Por Pablo L.