Profesionales de la jardinería intervienen el predio de la Facultad de Agronomía con plantas nativas de eco-regiones bonaerenses para consolidar el corredor biológico rioplatense y enriquecer así uno de los pulmones más importantes de la zona.
En una Ciudad de Buenos Aires donde triunfa el cemento por sobre los espacios verdes, Estudiantes y graduados de la Facultad de Agronomía y Veterinarias de la UBA están creando un corredor biológico en el barrio de la Comuna 15: proyectan plantar 600 ejemplares de árboles y arbustos.ç
“Este es uno de los pulmones más importantes en la zona. El predio funciona como nido biológico para gran cantidad de especies, muchas de las cuales se mueven entre estos a través de corredores verdes. La ausencia de biocorredores imposibilita el flujo natural de animales, disminuyendo consecuentemente la biodiversidad”, revelan los encargados del proyecto.
De este modo, ya comenzaron a intervenir el predio de la Facultad de Agronomía con plantas nativas de las eco-regiones bonaerenses para consolidar así el corredor biológico rioplatense, generando módulos de plantación que enriquezcan el espacio, bajo los conceptos de jardines naturalistas y de comunidades. “Proyectamos un diseño de áreas de amortiguación ambiental externa a la reserva ecológica como bio corredores, que contemplan la plantación de especies arbóreas típicas de la provincia fitogeográfica “Espinal” para interconectar los puntos de riqueza biológica que forman parte de la cadena que conforma el corredor biológico rioplatense”, cuentan.
La idea del corredor biológico bonaerense forma parte de un proyecto marco gestado colaborativamente con diversas agrupaciones ambientalistas de la región. Según explican los profesionales, en el predio de la Facultad de Agronomía se preserva uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad, siendo hábitat de cientos de especies de aves, lugar de esparcimiento de los vecinos y foco elemental de producción de servicios ambientales como reducción del escurrimiento del agua, del ruido y de la velocidad de los vientos, atenuando el efecto “isla de calor urbano” y contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
“A ello se suman la generación de lugares para la recreación, una mejora ante condiciones meteorológicas extremas y de la calidad del aire, mediante la captación de partículas y absorción de gases contaminantes e intercepción de la lluvia. La Capital Federal es una de las zonas más antropizadas del país, conformando un ecosistema de transición donde sólo con el correcto planeamiento urbano de espacios verdes y sus conectores biológicos se pueden mitigar los efectos negativos de la urbanización y tender hacia el equilibrio del sistema”, aseveran.
Ya comenzaron a plantar 200 ejemplares dentro de los trazos del lateral de las vías del Ferrocarril Gral. Urquiza y el sector del camino de las Casuarinas (en FAUBA), y en otoño de 2020 realizarán la segunda etapa de los restantes 400 árboles y arbustos al costado de los diferentes caminos y senderos que posee el predio.