El cruce de Dorrego y Otero, bajo el viaducto San Martín, ahora es un lugar seguro y con más verde
Un paso que estaba cerrado volvió a la vida
El Gobierno porteño completó una obra clave en el cruce de Dorrego y Otero: la apertura de un paso que durante años estuvo cerrado y que ahora conecta de manera directa a Chacarita con Villa Crespo. Lo que antes era un rincón oscuro y desaprovechado bajo el viaducto del tren San Martín, se transformó en un espacio seguro y abierto para vecinos y transeúntes.
La intervención fue llevada adelante por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, en conjunto con la Comuna 15. El nuevo cruce suma 351 m² de espacio verde, bancos, luminarias y cámaras de seguridad. Además, se instalaron bolardos para ordenar el tránsito y se mejoró la iluminación general, devolviéndole vida a una zona que antes estaba cercada y sin uso.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, destacó la obra y afirmó: “En la Ciudad seguimos trabajando para recuperar el espacio público, que es de los vecinos”. Con esta apertura, quienes circulan por la zona ganan tiempo y seguridad, y el barrio suma un espacio más para disfrutar al aire libre.
“La apertura del paso en Dorrego es una mejora clara para la conectividad entre dos barrios, que también transforma el entorno con mejor iluminación y nuevos espacios verdes”, dijo Ignacio Baistrocchi.
Más que un paso: un lugar para estar
El proyecto no se limitó a abrir el cruce. Se colocaron postas deportivas para que los vecinos puedan entrenar al aire libre, fomentando el uso activo del espacio público. Así, el lugar ya no es solo un punto de circulación, sino también un sitio para quedarse, compartir y disfrutar.
Otra mejora importante fue la incorporación de un nuevo sistema de drenaje, con conductos, rejillas y desagües. Esto asegura que la zona no se inunde y que el paso mantenga su funcionalidad, incluso en días de lluvia intensa. Además, se realizaron trabajos de intertrabado y hormigón que garantizan su integración con el entorno.
El cruce se encuentra en un área estratégica, a metros del Movistar Arena y del estadio de Atlanta. Hasta ahora, la única conexión fluida entre ambas zonas era el túnel Dorrego, que seguirá funcionando como corredor principal para el tránsito de gran volumen. Con esta apertura, se suma una alternativa barrial que mejora la vida cotidiana de quienes caminan o circulan en auto.
Antes de la intervención, el lugar estaba completamente cerrado para peatones y vehículos, generando una barrera urbana que dividía los barrios. Hoy, el nuevo paso ayuda a integrar la zona y reduce esa sensación de fragmentación que generaban las vías del tren.
La apertura de Dorrego y Otero es parte de una política más amplia del Gobierno porteño, que busca transformar espacios en desuso en áreas seguras y disfrutables. Bancos, verde, deporte y mejor circulación: una combinación que ya se empieza a notar en la vida diaria del barrio.
Para los vecinos de Chacarita y Villa Crespo, la obra significa más que una calle abierta: es una invitación a apropiarse del espacio, a caminar con más tranquilidad y a encontrar un nuevo rincón donde pasar tiempo con familia y amigos. Un ejemplo de cómo una intervención urbana puede cambiar la dinámica barrial de manera concreta.