La reunión del Comité Ejecutivo de la Superliga sumó este miércoles un capítulo inesperado. Los clubes que pretenden que se modifique sí o sí el sistema de descensos decidieron en bloque no participar del encuentro y de este modo, por falta de quórum, la reunión se suspendió hasta nuevo aviso. Así, con las negociaciones estancadas, no se pudo aprobar el nuevo reglamento de la competencia.
De un lado quedaron Lanús, Banfield, Estudiantes, Gimnasia, Newell’s, Rosario Central, Argentinos, Patronato y Colón junto a Arsenal y Central Córdoba de Santiago del Estero, los dos equipos que se sumaron este año provenientes de la B Nacional. Ese es el bloque de clubes cuyos dirigentes decidieron esperar en un café y no entrar a las oficinas de la Superliga en Puerto Madero.
En el otro rincón, con la lapicera lista para que todo siga sin mayores alteraciones, estaban River, Boca, Racing, Independiente, San Lorenzo, Vélez, Huracán, Atlético Tucumán, Talleres, Defensa, Godoy Cruz y Unión. Estos 12 requerían de la presencia de un club más para lograr el quórum necesario para avanzar con la reunión. Los dirigentes de Aldosivi no pudieron asistir al encuentro.
Después de dos horas de espera, Cristian Malaspina (Argentinos), Guillermo Pellegrino (Gimnasia) y Eduardo Spinosa (Banfield) entraron al edificio de Olga Cossettini 771 y avisaron que no darían el quórum.
“No tuvieron intenciones de tratar ni hablar del tema. Ahora veremos cómo sigue la historia”, se quejó uno de los asistentes a las oficinas de Puerto Madero.
¿Peligra entonces el comienzo del torneo ante la ausencia de un nuevo reglamento? En principio, no. Desde la Superliga explican que la pelota empezará a rodar sí o sí el viernes 26 en el Cilindro de Avellaneda con el duelo entre el campeón Racing y Unión bajo los lineamientos del anterior reglamento.
Más allá de la reducción de equipos (pasaron de 26 a 24), la idea es sostener en el tiempo los principales lineamientos de la competencia con los cuatro descensos por promedios y los dos ascensos provenientes de la renovada Primera Nacional.
Igualmente, la idea de la Superliga es acercar posiciones para que entre lunes y martes vuelva a convocarse un nuevo cónclave
¿Cuál es el escenario de conflicto? Los clubes que habían perdido la batalla por abolir los promedios y que más tarde sucumbieron cuando propusieron bajar a dos la cantidad de equipos que perderán la categoría al cabo de la temporada iban a lanzar otra idea que haría ruido: pedir un sistema de descensos mixto.
¿En qué consiste este sistema mixto? Los dirigentes de las instituciones, justamente los más apremiados con el coeficiente que divide los partidos jugados por los puntos conseguidos en las últimas tres temporadas, pretenden que los cuatro equipos que caerán a la nueva Primera Nacional al final de la temporada sean los dos peores promedios y los dos peores de la tabla de la Superliga.
¿En qué se basa el reclamos de los clubes que no dieron quórum? Los dirigentes aseguran que vienen golpeados desde la temporada pasada, cuando debieron hacer importantes ajustes en sus planteles para evitar sanciones por el fair play financiero y, sin figuras ni contratos caros, les costó sumar puntos para engrosar sus promedios.
Creen además que esta doble vara que impulsaban podría servir para incomodar a clubes que tienen todavía irregularidades en el cumplimiento de los pagos a sus jugadores y que, pese a su mala administración, ahora tendrán ingresos extra por jugar copas internacionales al tiempo que podrán descansar en los puntos acopiados en la temporada que pasó.