Los promedios del descenso no dan descanso. Ningún equipo se puede relajar desde hace tres temporadas. Tampoco la próxima. En esta Superliga habrá suspenso hasta la última fecha. Ya se sabe que haber elevado a 30 la cantidad de equipos de 2014 a 2015 resultó todo un trastorno para el fútbol argentino.
La propuesta fue disminuir la cantidad de equipos de Primera de a dos durante cinco temporadas, con cuatro descensos y dos ascensos. Y mientras en la AFA se discute si seguirán los promedios o no, si vuelven los torneos cortos o no, hay siete equipos buscando mantener la categoría, pero sólo tres lo lograrán. Otros cuatro descenderán a la Primera B Nacional.
Quedan doce puntos en juego y solo tres de los siete equipos involucrados dependen de sí mismos para seguir siendo de Primera. El más holgado es Argentinos Juniors, mucho más después de la victoria por 3-2 en el Nuevo Gasómetro el viernes pasado.
El Bicho necesita apenas 4 puntos, es decir, un triunfo y un empate. El lunes recibe a Vélez en La Paternal y después viajará a San Juan para medirse con San Martín, otro de los involucrados. En dos fechas el equipo de Diego Dabove podría estar salvado.
Gimnasia también respiró luego del triunfo ante Independiente. Las cuentas para el Lobo cerrarán con 7 de los 12 puntos en juego. Tiene un compromiso durísimo el domingo, el clásico ante Estudiantes, al que no le gana desde 2010 en general y desde 2003 de visitante. Le ecuación ideal es ganar los dos partidos como local (Newell’s y Colón) y rescatar un punto en el Nuevo Gasómetro.
También Patronato puede confiar en sus propias fuerzas, pero deberá ganar los próximos cuatro partidos. Así, quedará por encima de los que hoy ocupan los últimos cuatro lugares más allá de los resultados que obtengan estos. Pero tiene un programa de partidos complicado porque se mide con dos rivales directos (Belgrano y Argentinos) y con Defensa y Justicia, que pelea el título. Y no tiene una diferencia holgada con San Martín de San Juan (está a punto), Belgrano (a tres) y Tigre (a cuatro).
De los cuatro equipos más comprometidos, San Martín de Tucumán tiene una pequeña luz de ventaja sobre el resto. Si gana los cuatro partidos que le quedan (visita a Huracán y a Estudiantes, y recibe a Boca y a San Lorenzo), llegará a 30 puntos en 25 fechas y quedaría con un promedio de 1,200. Así, superaría a Tigre, Belgrano y San Martín de San Juan, aunque los tres ganaran también las próximas cuatro fechas; y a Patronato, que resignaría puntos con Belgrano. Pero con los 12 puntos no está salvado, porque si el equipo entrerriano logra cuatro victorias consecutivas, el santo tucumano descenderá.
La lucha por salvarse será fecha a fecha entre Tigre, Belgrano, San Martín de San Juan y Patronato. El equipo de Victoria es el más complicado, pero también es el que más sueña porque salió del fondo y se acercó a todos con tres victorias seguidas, las tres desde la llegada de Néstor Gorosito como técnico. ¿Le alcanzará el envión para superar a sus rivales directos? En el juego de especulaciones, las chances son iguales para sanjuaninos, cordobeses y entrerrianos. Necesitan sumar puntos y que sus rivales no lo hagan.
Dos cuestiones a tener en cuenta para las próximas temporadas. Sin promedios del descenso, 16 equipos estarían involucrados en la pelea, desde Independiente y Aldosivi, muy holgados con 29 puntos, hasta San Lorenzo, último con 17. Si los promedios los promovió Julio Grondona en 1981 inmediatamente después del descenso del Ciclón a la Primera B para proteger a futuro a los equipos grandes, 38 años después el Cuervo le debe esta salvación a Don Julio. Hoy lo estarían acompañando San Martín de Tucumán, Argentinos y Belgrano.
Los que ya están salvados en esta Superliga, sufrirán el promedio la próxima. Pero no los de siempre. Algunos que hace rato transitan con tranquilidad la Primera División. Sin contar a los siete que están involucrados este año, arrancarán muy abajo Newell’s, Central, Estudiantes y Lanús, la clase media del fútbol argentino. Cualquier semejanza con la realidad del país es pura coincidencia.