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La clase media del fútbol local en crisis ante la amenaza de los promedios

También la clase media del fútbol vive su crisis y duerme mal pensando en el futuro. Hace cuentas y lo desvela una palabrita: promedios. Terminó el campeonato, arranca la Copa de la Superliga, pero la mirada (y la angustia) está puesta más allá.

Integrantes de la clase media son los dos rosarinos, los dos de La Plata, los dos del Sur, un santafesino y un viejo y múltiple campeón. Y hasta se podría colar un grande.

Seguir viviendo en Primera es su obsesión. Aún a la espera de saber cuáles serán los dos equipos que subirán de la B Nacional, la tabla de promedios indica que Newell’s y Gimnasia son los que peor arrancan. Los dos tienen 56 puntos que dividirán por 52 partidos, lo que les da un promedio de 1.076. Muy bajo, teniendo en cuenta que la próxima temporada tendrá menos fechas para sumar puntos.

Newell's y Central arrancarán la próxima Superliga complicados con los promedios. (Juan José García)
La próxima edición se jugará como la que acaba de ganar Racing, pero con dos equipos menos. Es decir, todos contra todos, a una sola rueda de 23 fechas (de julio a marzo de 2020). Lo que cambiará será el formato de la Copa de la Superliga (doce equipos divididos en dos zonas, cuyos ganadores jugarían una final para definir al campeón) para poder ocupar la totalidad del calendario. Esa competencia, a diferencia de lo que sucede en la actual edición, influirá en los promedios De ese modo, en principio, habrá 34 jornadas para engrosar los coeficientes.

En Newell’s se sabe que el técnico Héctor Bidoglio (reemplazante de Omar De Felippe) no va a seguir una vez que finalice la Copa de la Superliga. El gran anhelo de la dirigencia es Sebastián Beccacece. Otro nombre que seduce es Gabriel Heinze. El principal problema es el económico. El club tiene poco dinero para invertir tanto en un entrenador de jerarquía como para sumar buenos refuerzos. Tal es la preocupación por este tema, que en los últimos días el oficialismo se juntó con todas las agrupaciones opositoras para avanzar en el armado de un “fideicomiso privado” para tener un fondo para los refuerzos. Van a participar todos aquellos socios que tengan más de diez mil dólares para aportar. Es un préstamo a tasa cero a devolver en 2020. El objetivo, de mínima, es juntar dos millones de dólares. Lo novedoso de esta ayuda externa es que serán los “socios adinerados” quienes decidan los nombres a traer. La dirigencia no tendrá injerencia. La idea ya está sobre la mesa. Solo falta que la apruebe el juez Fabián Bellizia, a cargo del concurso de acreedores del club.

Gimnasia también busca refuerzos. Se trata de un club gerenciado, ordenado económicamente, pero en rojo deportivamente. Se irían varios jugadores (Silva, Oreja, Licht, Ayala, Piovi, Moyano, Faravelli, Comba, Rosales) y la idea es traer un 2, un 5, un 10, un 9. El técnico seguiría siendo Darío Ortiz, quien sucedió a Pedro Troglio.

Estudiantes y Gimnasia, un clásico caliente que tendrá el agregado de la tensión por el promedio. (Mauricio Nievas)

Leprosos y Triperos tendrán un panorama para no descuidar desde ahora. Pero no están solos en la pelea por la permanencia. Hay, de arranque y sin contar a los dos que comienzan de cero, nueve equipos con nueve puntos de diferencia. Y si a San Lorenzo finalmente le confirman la sanción de seis puntos que le impuso el Tribunal de Disciplina, habrá diez en once.

Complicado empezará Central. Tiene apenas dos puntos más que Newell’s y no quiere volver a la B Nacional. En Arroyito hay otra espalda económica y, esta vez, los dirigentes le van a ceder a Diego Cocca (reemplazó a Paulo Ferrari) la elección de todos los refuerzos. Hay mucha bronca entre los socios con la dirigencia por las decisiones tomadas en el último mercado de pases. Central gastó mucho dinero y casi ningún refuerzo rindió. El ejemplo más gráfico es el del colombiano Jarlan Barrera, un futbolista caro que casi no jugó. El club ya no tiene un mánager: Mauro Cetto, el hombre que negoció las últimas incorporaciones, fue echado tras la salida de Ferrari. Cocca y su representante, Christian Bragarnik, definirán la lista de refuerzos.

Entre estos equipos con más historia también aparece Patronato. Aún con la euforia de la reciente salvación, el conjunto de Paraná tiene que enfocarse también en pelear por no bajar en el próximo torneo. Arrancará con 59 puntos, muy cerca del fondo. Después de esos cuatro clubes hay una pequeña brecha. Pero lo que sigue hace mucho ruido. Lanús, habitual animador de los torneos y finalista de la Copa Libertadores 2017, tendrá un inicio con 63 puntos, que podría haber sido peor de no haber hecho una buena segunda parte de la Superliga, en la que sumó 8 triunfos en 13 partidos.

El Granate está pagando con un promedio bajo la idea de los dirigentes de ganar el campeonato económico después del dolor de perder con Gremio en la definición de la Copa. Primero probó con Ezequiel Carboni y se deshizo de varios de los contratos altos del plantel y no funcionó. Tuvo que apelar a dos históricos como Luis Zubeldía en el banco y como José Sand, uno de los jugadores que había dejado ir, para que le solucionara las cosas dentro del área.

La mejor noticia para Lanús es que dejó en este torneo una buena base y que, si no la desarma, podrá aspirar a hacer un buen campeonato en el próximo semestre.

Argentinos Juniors comienza con la misma cantidad de puntos y no menos interrogantes para el futuro. Perderá a su figura Alexis Mac Allister, vendido a Inglaterra, y tendrá que reforzarse para seguir con el cambio de imagen que le dio la llegada de Diego Dabove al banco de suplentes.

Patronato le ganó a Argentinos Juniors y se salvó del descenso en la fecha final de la última Superliga. Ambos serán protagonistas de la batalla por la permanencia. (José Almeida)

Apenas un punto por encima de Bichos y Granates vienen otros dos de mucha historia en Primera: Banfield y Colón. El Taladro apostó, como sus primos del Sur, a bajar la cantidad de contratos y terminó jugando con muchos chicos de las inferiores del club. Los dirigentes pensaron en un DT de estirpe internacional como Hernán Crespo, intentando imitar lo que hizo Vélez con Gabriel Heinze,pero el ex centrodelantero sumó apenas un triunfo y cinco empates en diez fechas. Ahora, apremiado por los promedios, el entrenador ya avisó que necesitará entre cuatro y cinco refuerzos.

El Sabalero, por su parte, dejó atrás una Superliga muy mala, además pierde los 49 puntos de la temporada 2016/17 y cambió de DT hace apenas unas semanas. Llegó Pablo Lavallén tras la mala experiencia con Julio Comesaña. En junio se vencen muchos contratos (Zuculini, Bastía, Clemente Rodríguez, entre otros) y reforzarse es una necesidad.

Ahí nomás está Estudiantes que, por primera vez en varios años se verá complicado con los promedios al inicio de una temporada. Al presidente Verón no le sirvió el experimento con el Chino Benítez en el banco y terminó llamando a Gabriel Milito para que enderezara el barco. Vencen varios contratos (Andújar, la Gata Fernández, Pavone, Braña) y ya empezaron las negociaciones. Además buscan dos laterales ,un 10 y un 9. El club priorizaría la renovación del plantel sobre la terminación del estadio.

Mezclándose con la clase media aparece un grande, San Lorenzo. Por ahora mantiene los seis puntos, gracias a una apelación, que la Superliga le había quitado. Pero si el reclamo no prospera, tendrá 67 puntos, apenas once más que Newell’s y Gimnasia. Y no se podrá descuidar, pero no será el único.

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