El CICAT agrupa a las fuerzas federales para enfrentar una amenaza digital que no para de crecer
Un fenómeno en auge: los delitos informáticos se multiplican
En un mundo cada vez más conectado, los riesgos digitales no hacen más que crecer. En la Argentina, los ciberataques se han convertido en una preocupación prioritaria para autoridades y especialistas. Según estimaciones recientes, todos los ciudadanos podrían sufrir un ataque digital en los próximos cinco años si no se toman medidas preventivas de manera urgente. Frente a este panorama, el país ha dado un paso clave con la creación del Centro de Investigaciones del Ciberdelito de Alta Tecnología (CICAT), un equipo multidisciplinario que reúne a las cuatro fuerzas federales de seguridad y se dedica exclusivamente al abordaje de este tipo de delitos.
Qué es el CICAT y cómo trabaja
El CICAT fue creado el 17 de marzo de 2022 y depende directamente del Jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Seguridad de la Nación. Está conformado por personal especializado de la Policía Federal Argentina, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Su misión es investigar y prevenir delitos informáticos, brindando apoyo tanto a fuerzas federales como provinciales. Durante un acto realizado en el Palacio San Martín, el director del CICAT, Miguel Ángel Justo (PFA), explicó que este nuevo organismo es vital por la complejidad y el volumen de datos involucrados en las investigaciones.
«El cibercrimen no entiende de fronteras. El CICAT interviene cuando los casos son especialmente complejos o hay que gestionar gran cantidad de información», afirmó Justo.
Además, destacó que el centro no solo colabora con organismos nacionales, sino también en casos internacionales, funcionando como nexo en situaciones que requieren cooperación transfronteriza.
Una amenaza sin límites: la magnitud del problema
El analista en ciberseguridad Sergio Oroña, formado en Harvard y en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), alertó que la Argentina fue el país más atacado de Latinoamérica durante el primer trimestre de 2023. En promedio, se registraron más de 2000 ataques semanales, mientras que en el resto de los países de la región, las cifras oscilaron entre 1300 y 1700. Este escenario se explica, en parte, por la falta de una cultura de seguridad digital en la sociedad. “Es necesario generar conciencia y educar desde los niveles más básicos”, planteó Oroña, quien también se desempeña como Managing Partner de Consulting Services.
«La ciberseguridad nos atraviesa a todos: desde usuarios hogareños hasta profesionales. Es un tema que debe ser parte de la educación», remarcó Oroña.
Un negocio millonario y pocos detenidos
La ciberdelincuencia mueve cifras astronómicas: se calcula que genera más ingresos ilegales que el narcotráfico, llegando a manejar 60 billones de dólares. Oroña remarcó que uno de los factores que impulsan esta práctica es la escasa cantidad de detenidos. «Los que suelen caer son los hackers de cuentas de Instagram. Pero los ataques más sofisticados a empresas y organismos suelen ser ejecutados por redes criminales con alta capacidad técnica», explicó.
El ransomware y el phishing: los delitos más comunes
Uno de los métodos más usados por los cibercriminales es el ransomware, que consiste en cifrar los datos de una víctima para luego pedir un rescate económico a cambio de la clave que permite recuperarlos. Según Oroña, el promedio de estos rescates ronda los 650 mil dólares. Pero incluso pagando, la solución no está garantizada: en más del 20% de los casos los delincuentes no entregan la clave. Otro método frecuente es el phishing, donde se clonan sitios web para robar contraseñas bancarias o de redes sociales.
Cómo protegerse: consejos clave para los usuarios
Para prevenir este tipo de amenazas, Oroña recomendó varias medidas concretas: – Realizar copias de seguridad de los datos importantes. – Contar con un antivirus actualizado. – Activar el doble factor de autenticación en las cuentas. – Tener precaución al conectarse a redes Wi-Fi públicas o al escanear códigos QR.
Una carrera contra el tiempo
Pese a los avances en materia de ciberseguridad, los especialistas coinciden en que la protección digital todavía va detrás de la creatividad delictiva. Por eso, el desafío más grande está en invertir en prevención, formación y tecnología. El CICAT representa un avance institucional importante, pero es solo una parte del esfuerzo necesario para proteger a la sociedad. La participación ciudadana, la concientización y el trabajo coordinado entre organismos son clave para revertir la tendencia.
«La tendencia de los ciberataques va a crecer porque es un negocio tremendo. Todos vamos a sufrir un ataque cibernético en los próximos cinco años», alertó Oroña.
Conclusión: entre la prevención y la acción
Con una amenaza cada vez más presente y sofisticada, el Estado argentino busca estar a la altura con herramientas como el CICAT. Pero más allá de lo institucional, el compromiso también debe ser social: desde cada hogar y cada dispositivo conectado, la ciberseguridad comienza por el usuario.