Un clásico porteño que sigue creciendo y acerca productos frescos y a buen precio a todos los barrios

Las ferias barriales, mucho más que un paseo de compras

En la Ciudad de Buenos Aires, las ferias barriales son un clásico que nunca pasa de moda. Más allá de ser un lugar para hacer las compras de la semana, las ferias son puntos de encuentro, espacios de charla con los feriantes y un paseo casi obligado para vecinos y vecinas de todos los barrios.

Desde frutas y verduras hasta panificados, productos de almacén, artículos de limpieza y hasta flores y plantas, las ferias ofrecen variedad, buenos precios y la atención personalizada de quienes trabajan allí desde hace años.

El Gobierno de la Ciudad mantiene actualizada semana a semana la grilla de ubicaciones y horarios de las ferias, que recorren los distintos barrios porteños de lunes a domingo. Además, muchas de ellas cuentan con productos del programa “Precios Justos Barriales”, una iniciativa que busca acercar productos básicos a valores accesibles y combatir la inflación desde el consumo cotidiano.

Mapa interactivo y cronograma semanal

Para saber cuándo y dónde encontrar las ferias más cercanas, la Ciudad ofrece un mapa interactivo online que permite consultar las ubicaciones diarias y las ofertas especiales.

En la Comuna 15 —que abarca Villa Crespo, Chacarita, Agronomía, La Paternal, Parque Chas y Villa Ortúzar— las ferias recorren distintas plazas y calles, como la Plaza 24 de Septiembre, la Plaza Roque Sáenz Peña, la calle Charlone al 600 y el tradicional pasaje General Paz, entre otras.

“Las ferias son parte de la identidad de nuestros barrios y una forma de apoyar a los productores y trabajadores locales”, destacaron desde la Dirección General de Ferias y Mercados

Los horarios suelen ser de 8 a 14 o de 8 a 15, según la ubicación, y algunas jornadas especiales incluyen espectáculos, promociones y actividades para toda la familia.

Un espacio que promueve la economía local y el consumo responsable

Además de la venta directa al público, las ferias se consolidan como un motor de la economía barrial, favoreciendo el consumo de productos frescos, artesanales y elaborados por pymes o emprendedores locales.

El contacto directo con los productores permite además conocer la procedencia de lo que compramos y promover prácticas de consumo más responsables. No es raro ver a vecinos que se acercan con su changuito, su bolsa reutilizable y la certeza de que, además de ahorrar, están apoyando el trabajo local.

La cercanía, la confianza y la posibilidad de elegir productos de calidad hacen de las ferias un punto de referencia en cada barrio. Y en tiempos donde la economía golpea el bolsillo, estas opciones se vuelven más necesarias que nunca.

En la página oficial de la Ciudad, se puede consultar el cronograma actualizado y las ofertas especiales de cada semana. Porque las ferias no son solo un lugar para comprar: son un punto de encuentro y una tradición que sigue firme en la vida barrial porteña.

 

Por Pablo L.