La Ciudad sorprendió a vecinos y turistas con una intervención urbana que promueve el reciclaje y el cuidado del ambiente

Una acción para reflexionar sobre los residuos y su impacto

El viernes 17 de mayo, en pleno corazón de Buenos Aires, el Obelisco amaneció intervenido con una instalación artística y ambiental que buscó llamar la atención sobre un tema fundamental: la importancia de reciclar.

La propuesta, impulsada por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana del Gobierno porteño, se realizó en el marco del Día Mundial del Reciclaje, una fecha que busca generar conciencia sobre la necesidad de reducir, reutilizar y reciclar los residuos que generamos diariamente.

La intervención consistió en colocar alrededor del Obelisco estructuras de gran tamaño construidas íntegramente con materiales reciclados, además de mensajes directos y claros sobre la separación en origen y la responsabilidad ciudadana.

“El objetivo es mostrarle a los vecinos y turistas que reciclar es fácil y está al alcance de todos. Si cada uno pone su parte, podemos vivir en una Ciudad más limpia y sustentable” destacaron desde la organización

El espacio público como escenario de concientización

La elección del Obelisco, uno de los íconos porteños más emblemáticos, no fue casual. Allí, frente al constante paso de peatones y turistas, la intervención urbana buscó generar impacto visual y reflexivo.

Durante la jornada, promotores ambientales brindaron información a los transeúntes sobre la separación de residuos, la importancia del reciclado y el funcionamiento de los Puntos Verdes y centros de reciclado que la Ciudad tiene distribuidos en los barrios.

Muchos vecinos se acercaron a sacarse fotos y a conversar con los promotores, demostrando interés y compromiso con el tema. La intervención también fue replicada en redes sociales bajo el hashtag #ReciclarEsCuidar, logrando ampliar el alcance de la campaña.

Reciclaje en la Ciudad: un compromiso que crece día a día

La Ciudad de Buenos Aires cuenta actualmente con más de 70 Puntos Verdes fijos donde los vecinos pueden llevar sus reciclables: plásticos, papel, cartón, vidrio y metales. Estos espacios funcionan como lugares de recepción y clasificación, y son gestionados en conjunto con las cooperativas de recicladores urbanos.

Además, se realizan campañas especiales en plazas, ferias y espacios públicos, promoviendo el hábito de la separación en origen y la conciencia sobre el consumo responsable.

El compromiso de la Ciudad también incluye la gestión de residuos orgánicos y la promoción de la economía circular, buscando que cada vez más materiales sean recuperados y vuelvan al circuito productivo, evitando que terminen en rellenos sanitarios.

“Cuando tirás algo a la basura, pensá si realmente es basura. Muchas veces lo que desechamos puede tener una nueva vida si lo reciclamos”

El Día Mundial del Reciclaje se convirtió, así, en una oportunidad para reforzar un mensaje que la Ciudad impulsa durante todo el año: el cuidado del ambiente empieza por nuestras acciones cotidianas.

Porque reciclar no es solo una acción individual, sino una forma de pensar y vivir en comunidad. Y eso también se construye en la calle, en los espacios que compartimos todos los días.

 

Por Pablo L.