El Gobierno porteño avanza con la colocación de dispositivos lumínicos para cuidar a los peatones y mejorar la visibilidad en los cruces más transitados
Una tecnología pensada para prevenir accidentes
En las veredas de la Ciudad algo nuevo está brillando. Las nuevas luces peatonales instaladas por el Gobierno porteño apuntan a mejorar la seguridad vial y prevenir accidentes, sobre todo en los cruces más peligrosos y transitados por miles de personas todos los días.
Se trata de una iniciativa de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas que consiste en sumar luces LED sincronizadas con los semáforos tradicionales, pero que están ubicadas directamente en la línea de cruce peatonal. Estas luces se encienden en rojo o verde según el estado del semáforo, pero a la altura del suelo, permitiendo que los peatones distraídos —o mirando el celular— puedan registrar fácilmente si está permitido cruzar o no.
El objetivo es claro: reducir el riesgo de atropellos, especialmente en cruces complejos, con poca visibilidad o en horarios de escasa iluminación. También se busca generar un cambio cultural en el modo en que se interpreta la señalización urbana, adaptándola a los nuevos hábitos de movilidad y distracción digital.
Dónde se están instalando y cómo funcionan
Hasta ahora, ya se colocaron luces peatonales en 15 esquinas clave de la Ciudad, como parte de un plan que irá expandiéndose progresivamente por todas las comunas. Algunos de los puntos donde ya funcionan son Avenida Del Libertador y La Pampa (Belgrano), Córdoba y Callao (Recoleta), y Juan B. Justo y Santa Fe (Palermo), entre otros.
Los dispositivos están embutidos en el suelo, junto a las líneas blancas del cruce peatonal. Funcionan con tecnología LED de bajo consumo y alta resistencia, pensadas para soportar el tránsito, la intemperie y el uso cotidiano. Además, están sincronizados con la red semafórica central, lo que permite un control preciso y coordinado en toda la ciudad.
Desde el Gobierno destacan que la implementación de esta tecnología es parte de una política más amplia de seguridad vial, que incluye otras acciones como el rediseño de esquinas, ampliación de veredas, creación de zonas calmadas y campañas de concientización ciudadana.
“Estas luces no son solo un detalle moderno: son una herramienta concreta para salvar vidas y adaptarnos a una nueva forma de circular por la ciudad”, señalaron desde Transporte.
Una medida bien recibida por vecinos y especialistas
Las primeras reacciones a la iniciativa fueron positivas. Muchos vecinos valoraron la visibilidad que ofrecen las luces en el suelo, sobre todo en esquinas donde los semáforos son poco visibles o están tapados por árboles o carteles.
También los especialistas en movilidad urbana celebraron el cambio. Según estudios recientes, las luces peatonales reducen entre un 30% y un 40% el riesgo de cruce indebido, especialmente en personas jóvenes o en quienes circulan usando auriculares o mirando pantallas.
Para los adultos mayores o personas con dificultades visuales, estas señales adicionales también aportan una capa extra de seguridad. Y en zonas escolares o de alto tránsito turístico, permiten ordenar mejor el flujo peatonal sin necesidad de sumar estructuras complejas.
Con esta medida, la Ciudad se suma a una tendencia global que ya implementaron ciudades como Tokio, Londres, Ámsterdam o Sídney, donde este tipo de tecnología es parte del diseño urbano estándar. Buenos Aires busca así seguir avanzando hacia una movilidad más segura, inclusiva y moderna.
El mensaje es claro: no se trata solo de infraestructura, sino de construir una cultura de respeto, cuidado y responsabilidad en cada esquina. Porque detrás de cada luz que se enciende, hay una vida que puede seguir cruzando segura.